Después
que Eduardo me rompió el culo, quede dormida muy profunda mente entre
sus brazos, nos despertamos a eso de las tres de la tarde, yo sentía un
dolor sordo en el agujero de mi culo, lo notaba inflamado, cuando me
quise levantar para ir al baño, el dolor fue tal que casi no podía
caminar, pero tenía que ir, necesitaba evacuar mis intestinos, cuando
pude llegar e intente hacer de vientre, bueno, que dolor por dios
parecía que me quemaba el ano, la peor impresión me la lleve cuando
quise limpiarme, me horrorice de lo abierto e hinchado que lo tenia,
"por dios, que me hizo este hombre, que me deje hacer?", me decía
tocándome el agujero de mi culo con mis dedos, cuando me di cuenta
estaba Eduardo parado frente mio sonriendo, "que me has echo?", le dije
con cara de susto, "romper el culo mas hermoso que hay", me dijo,
abrazándome y dándome un beso en la boca acariciando mis nalgas, "Diana,
es normal que lo tengas así, no te olvides que eras virgen del culo",
me dijo siguiendo con las caricias en mis nalgas, "por el culo no me la
vuelves a meter mas", le dije, "me duele mucho", le seguía diciendo y el
me tapó la boca con un beso y seguía acariciando mis nalgas, "vas a ver
que ahora te duele menos, mi amor", me decía, "me vas a seguir dando
por el culo?"
le pregunté asustada, "te va a gustar mi amor", me decía
mordiendo mi cuello muy despacio y seguía acariciando mis nalgas, las
apretaba, las abría, las cerraba, me las manoseaba a su antojo, yo
estaba como idiotizada con él, notando como su pija se iba poniendo dura
de nuevo apretándose contra mi vagina, "haber como esta colombianita se
arrodilla y me chupa bien la pija, como a mi me gusta", me dijo,
haciendo un poco de fuerza sobre mis hombros para que me arrodille
frente a él y le chupe su pija. Mientras iba descendiendo para ponerme
como él me había dicho, le miraba los ojos, unos ojos entre verdes y
celestes hermosos, que hombre tan atractivo, estaba totalmente dominada
por él. Cuando estuve de rodillas, tome su pene con mis manos y lo lleve
a mi boca, metiendo todo lo que pude y se la empecé a chupar, la verdad
que chupársela me gustaba, le pasaba mi lengua por todos lados, la
lamia de arriba a abajo, y él parado frente mio viendo como le chupaba
su pija, si definitivamente me gusta chupar su pija, me hizo poner de
pie y nos fuimos a la cama, el se acoto boca arriba y yo seguí
chupándola, hasta que me dijo que me siente encima, que la haga entrar
en mi vagina, yo me acomode y la dirigí con mi mano hasta la entrada,
haciendo que me baya entrando muy despacio, disfrutaba de la
penetración, disfrutaba sintiendo como me entraba su pija, hasta tenerla
toda adentro, el me tomo de mis caderas y me marcaba los movimientos,
me gustaba que el me dirija en todo, yo cerré mis ojos y me dedique a
disfrutar de su pija dentro mio, jamas pensé que una mujer se pudiera
lubricar así como estaba yo, mientras Eduardo me daba placer cogiendo mi
concha, sus dedos buscaban mi adolorido ojete, "no, por favor, por el
culo no, me duele", le decía yo suplicándole, el siguió cogiéndome y sus
dedos acariciando el inflamado agujero de mi culo, "sacála Diana, ahora
te vas a sentar de nuevo en mi pija, pero que te entre por el culo", me
dijo sin tener lastima de mis suplicas. Eduardo se sentó en el borde la
cama y untando mi ano con crema, que después me dijo que era vaselina,
me hizo abrir mis nalgas y medio agachada me fui sentando sobre su pija.
El me dirigía agarrando mis caderas y cuando sentí la cabeza apoyada en
mi ojete, muy despacio me hizo sentar, sentía como me entraba de nuevo,
sentí como me dolía, "no, por favor, me duele, me haces daño", le decía
yo, con lagrimas en los ojos, pero el seguía metiendo su pija en mi
ojete que por la vaselina y por lo abierto que estaba, entraba con total
facilidad. Cuando quedé sentada sobre él y su pija toda dentro de mi
culo nuevamente, el me empezó a acariciar el clítoris y a morder mi
nuca, con la otra mano estrujaba mis tetas, me daba pellíscos en los
pezones, produciéndome una sensación muy grata, me estaba haciendo poner
muy excitada, casi no me dolía el culo, estaba empezando a disfrutar
como Eduardo ahora me cogía el culo, "amor, acariciáte vos la concha",
me dijo, metiendo sus manos por debajo de mis nalgas y haciendo que suba
y baje de su pija, notando como entraba y salía de mi ojete, yo empecé a
acariciar mi concha mientras Eduardo daba cuentas del agujero de mi
culo, mientras me lo seguía destrozando, mientras me cogía el culo, yo
empecé a gemir de placer, me gustaba como Eduardo me cogía, yo sabía
perfectamente que él había venido solo a eso, a cogerme, nada mas, a
romperme el culo, después se iría y me quedaría la grata sensación del
recuerdo de haber sido cogida por un hombre de verdad, de saber que
cuando él quisiera me volvería a coger por donde él quisiera. Eduardo
seguía subiéndome y bajándome de su pija, hasta que me la saco del culo y
me hizo poner de nuevo boca arriba y que levante mis piernas, yo me
agarré de los tobillos haciendo que mi culo le quede bien expuesto, que
mi ojete le quede fácil de penetrar, y así lo hizo, me la volvió a meter
toda, sentía mis intestinos llenos con su pija, "seguí tocándote", me
dijo mientras Eduardo lamía mis pies y me cogía fuerte por el ojete, yo
estaba en la gloria, como disfrutaba, como gozaba de la cogida que me
estaba dando, Eduardo me quita las manos de mi concha y empieza a
acariciarme él, por diossss bendito, que placerrrrrrrr, sentí mis
entrañas explotar una y otra vez, hasta que él la metió tan fuerte y tan
adentro que pensé que se me iba a salir por la boca, y siento su leche
llenar mis intestinos, estaba vaciando sus huevos de leche dentro de mi
culo y yo explote en un tremendo orgasmo sintiendo su leche dentro mio.
Ese fin de semana va a ser inolvidable para mi, me cogió por donde y
como quiso, hasta me hizo tragar su leche cosa que yo jamas en mi vida
había echo, ya que fue a él a único que le chupe la pija. Ahora Eduardo
sabe que cuando quiera va a hacer conmigo lo que quiera y cuando quiera,
sabe que soy suya en cuerpo y alma, y yo espero a que venga a cogerme
cuando lo desee.
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