Todo comienza un viernes común de semana que tenía que ir a mi
oficina como todos los días y por la noche íbamos ha salir con mi esposo
y un amigo.
En el transcurso de la mañana todo estaba muy calmado, con el trabajo de
todos los días, con la única diferencia que me sentía muy caliente,
excitada y esperando con ansias que llegase la noche. Por la tarde fui a
la oficina de mi amigo a ver unos asuntos de trabajo pero como yo
estaba caliente desde la mañana empecé a molestarlo y obviamente él no
se quedó atrás y empezó a seguirme el juego. Empezamos a acariciarnos y a
toquetearnos por todo el cuerpo, yo le agarraba la verga y se la
frotaba para que se calentara aún más y él estaba sobándome el coñito,
que de hecho se encontraba muy mojado por que necesitaba que lo
penetrasen.
Entre toqueteos me dijo que saliéramos de la oficina para estar más
cómodos y tranquilos, le dije que iba a intentarlo ya que no era tan
fácil para mi poder salir de la oficina. Entonces llamé a mi esposo, que
sabía que estaba muy caliente este día y le dije lo que me había
propuesto mi amigo. Mi esposo me dijo que saliera y que lo llamase
cuando llegase, ya que a él no le importa que yo esté con otras personas
y que sea su zorrita.
Entonces inventé una excusa para poder salir y quedé con mi amigo en
vernos en un edificio que esta casi al frente de mi oficina ya que él
tenía las llaves. Nos vimos ahí en cuestión de minutos. Cuando entré él
empezó a acariciarme lentamente y a sobarme el coñito nuevamente, lo que
a mi me excita mucho, sobre todo si al sobarmelo empiezan a besarme por
todo el cuerpo. Mientras él me acariciaba yo hacía lo mismo con su
verga, que se encontraba muy dura y parada antes de que yo pueda hacerle
algo.
Me apoyé contra el escritorio y quedó toda mi cola a su disposición
por lo que empezó a frotar su verga contra mi colita, la cual se movía
provocativa para que pudiese penetrarme. Entonces lentamente empezó a
acariciarme y empezó a desvestirme, empezó sacándome el saco que tenía y
luego el pantalón. Era un poco incómodo ya que no había donde apoyar o
recostarse pero era excitante hacerlo ahí, en esa oficina inutilizada.
Luego que me desabotonó el pantalón yo me di la vuelta y empecé a
acariciarle su verga, empecé a desabotonar su pantalón y a sacarle el
saco, seguí con la corbata y empecé a desabotonarle la camisa, que poco a
poco se la fui sacando. Él de igual forma me sacó la polera con la que
estaba y fue bajándome lentamente el pantalón mientras seguía sobándome
mi coñito, que no ocultaba lo mojado que se encontraba.
Luego él se bajó el pantalón, se colocó el condón, yo me di la vuelta
y nuevamente me apoyé contra el escritorio para poder agacharme y que
me pudiese meter esa verga que tanto necesitaba mi coñito.
Entonces hizo a un lado mi tanga y me metió su verga. Yo estaba súper
excitada ya que había amanecido muy caliente. Empezó a moverse y yo con
él empezamos a movernos lentamente aunque si hubiese sido por mi
hubiese preferido un movimiento mucho más rápido. Estaba metiéndome su
verga mientras me acariciaba mis senos y todo el cuerpo besándome
completamente.
Con el movimiento empezamos a recorrer el escritorio por lo que nos
paramos y vimos de acomodarnos en otro lugar más cómodo o menos ruidoso,
entonces nos fuimos a un sillón, me senté ahí y él empezó a lamerme el
coñito, me lo mojaba aun mucho más, estaba muy excitada, quería más
hombres para que siguieran después, para poder estar tranquila y
saciarme completamente.
Luego se incorporó y empezó a penetrarme nuevamente. Yo estaba muy
caliente pero estábamos muy incómodos así que bajé los almohadones del
sillón y los acomodé en el piso de manera que pudiera recostarme sobre
ellos. Lo hice y él volvió a lamerme mi coñito. Yo estaba feliz
disfrutando ese momento. Tengo que reconocer que me encanta que me lo
laman y él lo sabe, aparte que él es mucho más rápido en llegar al
orgasmo y no tendríamos mucho tiempo de sexo si solamente me penetrase.
Seguía lamiendo mi coñito y me acariciaba las piernas, luego se
incorporó nuevamente y empezó a penetrarme lentamente. Mientras me
penetraba me besaba todo el cuerpo, estuvimos así por varios minutos, a
mi me encantaba la penetración pero en lugar de calmarme me excitaba más
y necesitaba tener más vergas en mi coñito. Empezamos a movernos más
rápido para poder disfrutarlo mejor, nos movíamos mucho más rápido y me
encantaba.
Al terminar yo necesitaba tener más acción, me quedé con las mismas
ganas o peor, mucho más excitada, necesitaba tener más penetraciones.
Nos recostamos unos minutos en el piso en los hablábamos y
descansábamos. Él me decía que quería verme nuevamente ahí o en otro
lugar para poder estar más cómodos. Luego empezamos a vestirnos para ir a
nuestra oficina nuevamente, yo estaba muy caliente aun o tal vez más de
lo que estaba antes, así que me arreglé y quedamos de vernos en la
oficina.
Yo salí primero y al hacerlo llamé a mi esposo y le conté lo que
había pasado y que estaba mucho más caliente, entonces mi esposo me dijo
que estaba muy bien por que en la noche tendría una fiestita privada
con él y nuestro amigo.
Regresé a la oficina y empecé a trabajar normalmente aunque sentía
que mi cuerpo se quemaba porque estaba caliente, cuando llegó la hora de
salida me vi con mi esposo, fuimos a la casa a cambiarnos y salimos a
vernos con nuestro amigo.
Nos encontramos y fuimos a jugar billar y tomar algunas cervezas. Mi
calentura no se pasaba, a medida que tomaba un poco sentía que estaba
más caliente aún. Terminamos de jugar y nos fuimos para mi casa los
tres. Al llegar yo estaba muy caliente, nos pusimos a platicar y a tomar
un par de cervezas más. Luego decidimos jugar algo, así que me vendaron
y yo tendría que reconocer quien era el que me besaba. Yo accedí
inmediatamente, entonces empezaron a besarme y yo decía de quien se
trataba. Luego Rafa, mi amigo, empezó a besarme y acariciarme por todo
el cuerpo, de inmediato empezó a desvestirme y fue sacándome la ropa
lentamente. Me puse de rodillas y empecé a sentir dos vergas en mi cara,
las chupaba una a una, luego empecé a meterlas las dos al mismo tiempo
en mi boca,… era riquísimo aunque sabía perfectamente que verga era la
de cada uno ya que las dos las conocía muy bien, pero era rico tener las
dos vergas en mi boca.
Las chupaba una tras otra para poder tener a las dos contentas y bien
paradas, luego me levanté y me recosté en la cama, entonces Rafa empezó
a penetrarme. Él tiene la verga muy grande al igual que la de mi
esposo, así que tenía dos súper vergas para mi sola.
Sentía que me derretía con la penetración, quería que siguiera y me
diera mucho más mientras que él me bombeaba rápido. Luego me coloqué de
rodillas como una perra esperando y empezó a bombearme nuevamente. Eso
era delicioso, mientras tenía la verga de mi esposo en mi boca para
poder chuparla tenía también la penetración en mi coñito. Disfrutaba
mucho teniendo dos vergas a mi disposición, claro que yo seguía con los
ojos vendados.
Luego mi esposo y Rafa cambiaron de lugar y entonces tenía la verga
de Rafa en mi boca y la de mi esposo en mi coño. Empezó a follarme mucho
más y me sentía aún mucho más caliente, entonces le pedí que me la
metiera por la cola ya que cuando estoy muy excitada necesito que me den
por detrás para poder estar mucho más satisfecha, entonces empezó a
abrirme el trasero lentamente mientras seguía penetrándome por mi
coñito.
Cuando pudo abrirme mi cola empezó a penetrarme por allí. Yo estaba
gimiendo como una zorra, una zorra a la que le encanta la verga. Empezó a
bombearme y yo tenía la verga de Rafa en mi boca, la cual yo no paraba
de chupar, entonces decidieron darme mi merecido y darme como a mí me
gusta. Rafa se recostó en la cama y yo me coloqué encima de él
penetrando su verga en mi sapito. Inmediatamente mi esposo se colocó su
verga en mi colita y empezaron a penetrarme los dos al mismo tiempo. Me
encantaba sentir esa sensación de placer y dolor al mismo tiempo. Yo
gemía y disfrutaba al máximo, estaban penetrándome dos vergas grandes al
mismo tiempo y yo estaba feliz con eso. Muchas veces imaginé esa
situación mientras veía fotos porno.
Luego intercambiaron posiciones y siguieron penetrándome por varios
minutos, después me puse de costado y Rafa empezó a penetrarme por al
cola y empecé a chapársela a mi esposo. Estaba feliz, nunca había
aguantado tanto tiempo con la penetración por la cola y mucho menos con
intercambios como los que hacían. Estuvimos intercambiando de posición
toda la noche, me daban por donde querían, hacían con migo lo que
querían y yo obviamente accedía a todo lo que me decían por lo caliente
que estaba. Empecé a sobarles las vergas a los dos para que pudieran
terminar, mi esposo empezó a penetrarme muy rápidamente y fuertemente,
yo gemía y me excitaba mucho más saboreando la leche que Rafa me acababa
de echar en la boca. Mientras mi esposo me penetraba rápidamente yo me
masturbaba y terminamos casi juntos.
Cuando terminamos todos estábamos exhaustos por tanto tiempo de
movimiento, debieron ser por lo menos unas 2 horas o más, con lo cual
quedamos rendidos. Nos recostamos los tres en la cama por unos minutos
hasta recuperarnos, luego Rafa se fue.
Carolina amante del sexo anal sin condon
Posteado en Confesiones , Heterosexual , Jovencitas , Sexo Anal , Sexo Irracial en por Esperanza
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comments :
Deja un comentario