La enfermera y el doctor

Tengo 23 años y mi relato sucedió hace un año, para ese entonces yo tenía una pareja quien había sido el único hombre en mi vida, pues lo conocí en el colegio y nos casamos muy pronto y la monotonía hizo lo suyo y yo ya le había perdonado a él varias indiscreciones. Soy enfermera de 1 clínica de mi ciudad y conocí un medico bastante guapo, interesante y gentil. Pronto nos hicimos muy amigos (de él y su novia) una noche coincidimos en un turno y nos alegramos mucho porque estuvo muy solo el servicio y no llegaron urgencias en toda la noche. Entonces nos dividimos y nos fuimos a descansar con tanta suerte que en la rifa quedamos para descansar en el mismo turno.
Así que decidimos tumbar una colchoneta en un consultorio y hablar mientras nos daba sueño, descubriendo que nuestras relaciones estaban muy mal. cuando él me confesó que yo le gustaba mucho y que se había masturbado muchas veces pensando en mi cada vez que me ponía el uniforme de faldita, el cual tenía puesto en ese momento, que siempre me había deseado y que yo no le prestara atención le gustaba aun mas, yo le confesé que me gustaba pero no podía permitirme un indiscreción. en ese momento me tomo de la cintura y me dio un beso que aunque al principio rechace, pero no me pude contener, hace mucho no me besaban si con tanto deseo abrazándome y tocándome todo mi cuerpo con desespero, se me acerco tanto que podía sentir como su polla se iba poniendo más dura me bajo el cierre de la camisa y empezó a besar mis senos y a morderme suavemente los pezones lo cual me excito tanto que me sentí mojada casi de inmediato, el me empezó a bajar las medias veladas de mi uniforme hasta la rodilla y corrió hacia un lado mis pantis e introdujo su mano e inicio a jugar con mi clítoris suavemente a rozar mis labios ya muy húmedos y me empezó a dar dedo de una forma muy fuerte lo cual me excito demasiado tanto que olvide que estábamos en el trabajo y saque su dura polla del uniforme y empecé a masturbar mientras él me daba dedo con más intensidad y empecé a gemir suavemente y tuve mi primer orgasmo en ese momento el me puso su polla en la boca y empecé a mamárselo de una forma que jamás lo había hecho con tanto deseo y él seguía masturbándome yo ya no podía más.
 Me sentó en la mesa del consultorio y me hizo un oral que me excito demasiado empezó a jugar con su lengua y a rozar mi clítoris y chupar con una intensidad única en ese momento le rogué que por favor me lo metiera que no aguantaba más que quería tener esa gran polla dentro de mí, el sonrió al verme tan excitada y empezó a acariciarme la entrepierna con su capullo a pasarlo sobre mis súper mojados labios y a introducirme su pene suavemente y a darme cada vez más duro para dentro y para fuera en ese momento yo era consciente que si nos descubrían nos iban a despedir y perdería mi empleo y mi matrimonio pero me hacia tanta falta sentirme deseada que me deje llevar por las embestidas cada vez mas fuertes mientras chupaba y mordisqueaba mis pezones duro pero era un dolor que me excitaba muchísimo solo de acordarme me estoy mojando. cuando ya estaba en su punto máximo se corrió dentro de mi me encanto sentirme pringoncita con su semen calientico, yo tenía muchas ganas todavía así que me arrodille y se lo empecé a mamar nuevamente y él me pregunto si quería mas yo solo lo mire sin dejar de mamárselo y lamí su capullo de forma que respondiera su pregunta cuando su polla estuvo dura nuevamente me dijo te voy a dar por el culo yo me sorprendí y le respondí que nunca lo había hecho el me dijo que si mi marido no sabía complacerme el si me iba a hacer sentir mujer me introdujo sus dedos en mi culo y lo empezó a dilatar yo sentía nervios pero no puedo negar que sentía gran placer, introdujo suavemente su capullo, solo la punta me tomo de la cintura y me envistió de manera tan salvaje que deje escapar un pequeño grito, pero él siguió envistiéndome mientras me decía q jamás pensó estrenar mi culo, el dolor se convirtió en un placer inexplicable yo solo podía gemir y morderme los labios hasta que me vine nuevamente el metió su dedo en mi cosita mojada y calientica y se excito tanto que también se corrió dentro de mi culito el cual había dejado de estar intacto, nos incorporamos pues no podíamos olvidar que una urgencia llega en cualquier momento y nos acostamos a descansar lo que faltaba de turno.
Desde ese entonces en la clínica jugamos al doctor y la enfermera, pero fuera de ella somos amantes. Cada uno dejo a su pareja y ahora tenemos muchos encuentros de los que ya les seguiré contando porque por ahora estoy tan caliente que iré a masturbarme.

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