Todo comenzó ya hace unos años, vivía en un edificio, y justo en la vivienda al lado de la mía, se mudó una mujer con su hijo. Ella se llamaba Alicia, y tendría unos 40 años mas o menos. Su hijo, Óscar, tenía 16 años, y pronto mi hice amigo de él. Salíamos a pasear con la bici, a jugar al futbol con otros amigos, muchas veces iba a mi casa o yo a la suya a jugar con la consola, en fin, hacíamos cosas de amigos. Al principio tengo que reconocer, que Alicia no me atraía de manera especial, a pesar de que tenía buen cuerpo, estaba en forma y vestía como una chica de 30, no despertó en un principio mis instintos sexuales. Un día cuando fui a su casa, toque el timbre y me salió ella, pregunté por Óscar y me dijo que salió a hacer unos recados y que venía en cinco minutos. Me invitó a pasar para que esperase a su hijo dentro de la casa, y así lo hice. –“Pues estaba a punto de entrar a la ducha, llegaste a tiempo, siéntate en el sofá y espera a Óscar, estas en tu casa eh!”- me dijo Alicia, yo solo sonreí, y acto seguido se dirigió al baño. A los 10 minutos, para mi sorpresa, sale de la ducha en ropa interior y se dirige a su dormitorio que estaba al otro lado de la sala, -“perdona que pase en ropa interior, es que no llevé la ropa para cambiarme al baño”-, tardé en reaccionar, solo miraba su cuerpo cuando pasó al lado mío, esos enormes pechos y ese culito que estaba de lujo, -“ah, no pasa nada…” le contesté yo muy tímidamente. Justo en ese momento llegó Óscar, así que nos fuimos.