Esto sucedió hace pocos meses, estoy felizmente casado con Mimi hace ya
10 años, una bella mujer aunque un poco gordita a consecuencia del
embarazo y de la mala alimentación, pero eso no le quita lo guapa y
buena amante que suele ser.
Su hermana menor Liz de 18 años recién cumplidos deseaba continuar sus
estudios pero viviendo con su mama le era imposible, mi esposa le
ofreció apoyo pero tendría que venir a vivir con nosotros a lo que ella
aceptó gustosa, la recordaba una chiquilla traviesa y rebelde, pero !ah!
que sorpresa al verla llegar bajando del autobús, morena clara,
esbelta 1.65 aprox. y una hermosa sonrisa, aunque vestía de forma muy
sencilla se podía apreciar un cuerpo muy bien desarrollado, ahora
entendía porque decía mi mujer que era muy asediada en su barrio.
Me impresionó tanto que mi mujer creo que se dió cuenta de como la
miraba y hasta me puse nervioso cuando se acerco y nos dio un fuerte
abrazo y un cálido beso. Se instalo en su cuarto que le preparamos y
poco a poco se fue desenvolviendo y adaptando a nuestra rutina y muy
pronto logro conocer la ciudad y andar sola.
El sufrimiento era mío cuando andaba tendiendo su ropa o simplemente
caminando por la casa no podia evitar el mirarle el trasero y los
pezones que se le marcaban en las playeras que acostumbraba.
Un domingo nos fuimos a las albercas a divertirnos, mi esposa y ella
vestían unos shorts pegaditos, no quisieron ponerse bikini aunque se los
sugerí. Nos divertimos de lo lindo mojándonos y tirándonos a la
alberca, yo participaba poco porque era el encargado de vigilar a mi
hijo de 5 años, mi mujer propuso subirnos al tobogán, ella solo subió
una vez y ya no quiso mas, ahi aproveche la ocasión para dejarle al niño
y subir con mi cuñada, me decía que no la soltara porque le daba miedo y
es por eso me tiraba detrás de ella abrazándola y estirando mis pies,
dios mio después de dos vueltas me empece a excitar, era imposible
evitarlo el ver su pezones parados y en todo momento pegarme a su
trasero y de vez en cuando rozar sus tetas era increíble.
Fue algo extraordinario, desde ese momento empece a verla con morbo
veía en ella una hermosa mujer con un cuerpo delicioso y no perdía
detalle de lo que hacia o a donde iba, claro todo esto sin que se
enterara ella ni mi esposa, era un juego excitante espiarla y soñar con
algún día abrazarla y acariciarla toda.
Me empece a obsesionar con la idea de que fuera mía pero tenia miedo de
insinuarle o decirle abiertamente que yo la deseaba. que hubiera pasado
si el miedo a perder todo no me hubiera detenido? no se...
Cuando mi esposa salia de compras trataba de quedarme solo en casa para
hurgar entre sus cosas y poder acariciar y oler su ropas acostado en su
cama, descubrí el cajón donde guardaba su ropa intima, era muy cuidadosa
con su ropa intima sucia pero de alguna manera me las ingeniaba para
descubrir donde las dejaba, disfrutaba ese olor a sexo.
Empece a ponerle mas atención con quien se juntaba con quien salia y me
di cuenta que varios fueron los afortunados de salir con ella con el
pretexto de divertirse, pero para mi que solo querían cogérsela al igual
que yo.
Se llego diciembre y en puerta teníamos un cumpleaños de unos vecinos a
la que no debíamos faltar ya eran buenos amigos, nos preparamos para la
ocasión decidimos que ese día nos divertiríamos de lo lindo bailando y
tomando.
Bailaba con mi esposa y de vez en cuando con mi cuñada con pretexto de
que no se le subieran las copas, después de un rato alegre ella bailaba
con los demás vecinos y con quien quisiera, todos nos divertíamos
alegremente y las copas seguían y seguían. Llego el momento en que la vi
ya muy tomada, le dije a mi mujer que ya la metería porque no quería
que fuera a hacer el ridículo, la lleve abrazada y ahí aproveche para
pegarla a mi y tocar su pechos y su hermoso trasero.
Nos fuimos a dormir y yo seguía la excitación a tope que tuve que
bajarla cogiéndome de lo lindo a mi mujer (debo decir que cuando mi
mujer se toma unas copas se vuelve insaciable y me deja cogérmela como
quiera, esa vez ha sido unas de las pocas veces que me ha dejado
disfrutar su culito) pero claro yo imaginando que me estaba cogiendo a
Liz.
Mi mujer se quedo profundamente dormida y yo aun seguía pensando en mi
cuñada, aunque era muy arriesgado lo pensé mucho rato hasta que decidí
salir a gatas del cuarto para no hacer ruido y fui a la otra habitación
que con mucho cuidado abrí, primero me asegure de que todo mundo
estuviera bien dormido y entre. Ahí estaba ella tal y como la deje bien
ebria y con su vestido y zapatos aun puestos, al principio solo me quede
parado viendo que reacción tenia, le hable la moví y nada seguía
durmiendo, temeroso volví a al cuarto para ver si mi mujer seguía
durmiendo y ahora si me decidí a tocarla.
Primero acaricie su cabeza, su boca y poco a poco baje mis manos hasta
tocar sus tetas las quise sacar para verlas mejor pero su vestido estaba
apretado que no quise moverla tanto para no despertarla pero y ahora?,
toque sus piernas por encima del vestido y me acerque a su panochita que
la sentí hinchadita y caliente caliente.
Era ahora o nunca, levante un poco el vestido y con mucho cuidado metí
mi mano hasta arriba y con los dedos hice a un lado la tanga y ahí
estaba lo que tanto anhelaba la sentí bien mojada que hasta los pelitos
escurrían, cuando le metí los dedos ella se empezó a mover como
queriendo mas y mas fuerte, eso justamente estaba yo esperando una
reacción positiva, sin mas la jale hacia mi, le quite el vestido y quede
maravillado con lo hermosa y cachonda que se veía.
La acaricie y bese por todo el cuerpo estaba extasiado, ella aceptaba
mis caricias, me jalo la camisa y caí encima de ella manoseándola por
todas partes, me quite la poca ropa que traía y me saque mi pene para
introducirlo poco a poco en su panochita que la sentí deseosa de mi
verga, y ahí empezó un mete y saca fenomenal, me tenia rodeado con sus
piernas y gemía cada vez que se la metía yo quería tenerla así mucho
tiempo, pero a la vez pensaba que al otro lado de la pared estaba mi
mujer dormida.
Abrió los ojos y solo atino a decir no mames.. guey.. que estamos
haciendo, pero yo aferrado a ella seguí penetrándola con mas fuerza y no
tuvo mas que dejarse llevar, se la saque de repente y me miro como
pidiéndomela otra vez pero yo quería cogérmela en otra posición así que
la jale y la puse de espaldas y se la deje ir otra vez, le dije cuanto
la deseaba, cuanto tiempo me había aguantado esperando ese momento, ella
solo me decía que si le gustaba y que no parara que sentía muy rico, me
senté y se subió en mi así pude mamarle sus tetas y acariciarle las
nalgas y meterle poco a poco un dedo en su culito, así estuvimos un
rato hasta que la sentí como se estremeció y se aferro a mi con fuerza
sentí sus contracciones.. y después quedamos los dos flojitos, cansados y
sudorosos.
Me dijo te viniste en mi?.. asustada, le dije no pude contenerme ademas
de que estaba refregándose con fuerza sobre mi que no hice por quitarme y
me vine dentro de ella, fue una corrida excepcional.
Terminamos besándonos un rato mas sabíamos que era la única oportunidad
de estar juntos, me salí del cuarto y regrese a mi cama, no pude
conciliar el sueno hasta ya amaneciendo, cuando desperté ella aun no se
levantaba.
Ahora estaba intrigado en la reacción que tendríamos al vernos frente a
frente, pero no sucedió nada los dos comprendimos que solo fue la
ocasión de quitarnos la calentura y ya, después de un tiempo ella volvió
a vivir con su mama, se caso y ahora tiene una hija.
No he vuelto a verla, pero he pensado mucho en ella deseo volver a tenerla.
Liz de 18 años, cuñada mia
Posteado en Confesiones , Cuñadas , Infidelidades , Sexo Anal , Sexo Irracial , Sexo Oral en por Esperanza
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