Recuerdo que era un fin de semana, había salido al centro histérico a
ver una exposición de Frida Khalo en Bellas Artes y después de mucho
rato me siento en un determinado lugar donde me encuentro a Alida quien
estaba llorando como decimos a “moco tendido” Claro está que me ofrecí a
ayudarla después de ver lo buena que estaba, puedo decir que se
encontraba triste y algo decadente por el problema que tenía… pero fue
bueno que allí estuviera; me le acerqué con precaución y me dejó
ayudarla. Su problema era de algo familiar, se peleó con una de sus
hijas que estaba en la edad de la punzada adolescente y bueno,
simplemente explotó en ese lugar. Después de calmarla, platicamos de
todo un poco. Ya estando en sus cávales confirmé lo que un rato atrás vi
que era cierto, Alina era todo un mega bizcocho. Mide 1.67 pelo
ondulado a la altura de los hombros, su cuerpo es atlético por las 6
horas que le metía en el gym a la semana, buenas piernas, sin panza y
unos senos de copa 34C y de talla mediana de bikini (eso lo supe tiempo
después porque en ocasiones le compré ropa interior).
Intercambiamos números telefónicos, correo y un buen abrazo de
despedida. Todavía no llegaba a mi casa cuando empezamos el juego de los
mensajes, posteriormente de los correos y asimismo las llamadas
telefónicas. Empezamos a salir y se puede decir que hubo una atracción
física muy cabrona. Ella era madre divorciada con 2 hijas y vivía con su
mamá que también era divorciada. Yo nunca me atreví a preguntar más
acerca de su familia porque lo único que quería era cogerme a Alida,
pero eso sí, siempre escuchaba con atención las cosas que me contaba de
su familia.
En la tercera o cuarta salida, al andar en el metro se subió tanta gente
que quedamos uno cerca del otro y aunque ya el coqueteo era descarado,
siempre hubo tiempo para el romance: jejeje! Al estar así de cerca pude
olerla, sentir su cuerpo (e insisto vaya cuerpo!!!) por el mismo
movimiento del vagón, la abracé y ella se apretujó a mi y pudimos
sentirnos… claro está que con ese roce, hizo que se me parara de
inmediato y Alida también lo sintió. En eso me le acerco al oído y le
digo, “quiero besarte”, ella no dijo nada y solamente cerró los ojos…
Alida esperaba que la besara en la boca y no lo hice, la besé
tiernamente en la frente… por supuesto que se sacó de onda. Al abrir
ella los ojos, se me quedó viendo con cara de “a no… a mi no me dejas
así” y ella dio el primer paso, me tomó de la nuca y me jaló a sus
labios siendo así nuestro primer beso.
Conforme fueron pasando los días, todo fue subiendo de intensidad hasta
llegar a la cama. Ese día lo tengo bastante presente porque Café Tacuba
se presentó en el zócalo en un concierto masivo como parte de sus
festejos de XV aniversario y nos lanzamos a verlos. Posterior al toquín
nos fuimos a mi depa porque dijo Alida “que iba a una fiesta” y bueno,
ya sabrán lo que pasó.
El sexo fue bueno y más el conjunto de ropa interior negra con encaje
que llevaba. Lo hicimos 2 veces esa noche… ella tenía tiempo que no lo
hacía y claro está que le costó un poco que le entrara y que agarrara
ritmo. Esa noche me confesó que estaba operada, así siempre terminaba
adentro de ella; Alida se transformaba en otra persona… como tenía
tiempo que no compartía la cama con alguien; cada encuentro sexual era
una catarsis para ella: gemía, gritaba, se alocaba, se posesionaba de mi
verga y siempre pedía más. Aunque sí llegué a sentir algo por ella,
siempre tuve la hipótesis que me disfrutaba mientras duráramos. ¿Por qué
digo esto? Porque Alida en repetidas ocasiones me decía que era muy
difícil que un varón se fijara en ella por su situación de ser
divorciada, tener 2 hijas como para tener una relación estable y sobre
todo formal.
Las cosas se fueron dando poco a poco: de una amistad, a un noviazgo, a
una relación de pareja (con cama incluida) fue creciendo hasta que ella
se dio cuenta de que lo que siempre me comentó podría cambiar. Un día
entre semana, después de hacer el amor toda la tarde y estando ya en la
regadera me comenta que iba a ser la primera comunión de su hija menor;
quería que fuera, no a cubrir el lugar del papá, sino como su pareja…
Yo no dije nada porque sabía que eso en algún momento iría a pasar
porque ya teníamos algo así como 4 ó 5 meses de relación. Acepté la
invitación y es cuando me empiezo a relacionar directamente con su
familia.
A su casa llegué primero como su “amigo” por aquello de no sacar de onda
a sus hijas pero con su mamá si tuve que hablar bien con ella debido a
que durante ese tiempo, en un par de noches Alida no llegó a su casa a
dormir. En un principio no presté mucha atención a sus hijas porque mi
estrategia fue ir por partes. A Alida ya me la había ganado, Mercedes,
su mamá me la tenía que ganar y posteriormente a sus hijas. El trato
entre todos siempre fue cordial y de mucho respeto. Puedo decir que nos
llevamos bien y sus hijas como su mamá nunca pusieron pero alguno en que
ella y yo tuviéramos una relación que con este acto, se puede decir que
se “formalizó” nuestra relación.
Gretel, su hija entra un día a mi vida un sábado después de un partido
de Vóley Ball. Yo ya me había percatado que Gretel no era fea y que
sobre todo, tenía mucho futuro por delante pero como les vuelvo a decir
no me había llamado antes la atención. Ese fin de semana que la fui a
buscar, ella estaba en su uniforme… una licra negra ajustada que le
marcaba perfectamente la simetría de su culo así como la de su ropa
interior que era un bóxer y su suculenta panochita, la blusa de color
lila era justa y también dibujaba maravillosamente el volumen de sus
senos… fue la primera vez que dije a mi mismo: “no mames… esta Gretel se
cae de buena la hija de la chingada” fue la primera vez que escaneé su
cuerpo con lujo de detalle, de arriba abajo y de abajo a arriba. Al
alcanzarla nos saludamos de beso, saludé a sus compañeras de equipo y
claro está en ese momento mi atención cambió a ella. Como les dije, para
sus 18 años estaba perfectamente bien, buena y sabrosa. Pelo largo
lacio a media espalda, talla chica en bikini y 32b de busto, tés
apiñonada, ojos claros, siempre perfumada y como en aquellos años los
emos estaban de moda, pues su vestimenta era en ese estilo.
Ese día Alida y yo salimos y claro está, terminamos en la cama… Desde
que la vi en la mañana a Gretel no me la pude sacar de la mente y neta
que tenía ganas de jalármela imaginando que era ella. Pero como se dice,
“a falta de pan… pues agua”. Desde ese día, aunque me cogía a Alida,
casi siempre imaginaba, pensaba y soñaba que era Gretel a la que le
besaba en los labios, en la espalda, su estómago, sus senos; a la que
penetraba y le dejaba ir todos mis espermas al momento de eyacular;
también que eran sus líquidos los que tomaba cuando le hacía sexo oral a
Alida y por supuesto infinidad de veces disfruté venirme en la boca de
Alida añorando que era la de Gretel. Es más, en una de esas veces que
estaba con Alida, fue tanto mi viaje con Gretel que estuve a punto de
decirle el nombre de ella en lugar del de Alida cuando se los estaba
dejando ir adentro de su vagina.
Siguen pasando las semanas y el acabose llegó un día que Gretel nos dice
que tiene novio y lo llevaría a la casa a presentarlo. Puta madre, al
pendejo chamaco me lo quería madrear y mandarlo a la chingada por lo
mismo de que me sentí amenazado… cómo es posible que un enclenque
chamaco me la iba a bajar y en mis narices, en mi propio territorio
(aunque no vivía allí en esa casa, yo ya contaba con llave y podría
entrar y salir a mi gusto; bueno, un par de veces me quedé a dormir allí
en la casa de Alida, en su cuarto y en su cama. Cuando me quedaba,
muchas veces teníamos que esperar a que todos se durmieran para que ella
y yo pudiéramos darle rienda suelta al sexo ya que como les conté,
Alida se transformaba totalmente cuando tenía mi verga adentro, era
escandalosa, ruidosa y la verdad, cuando yo llegaba también caliente,
pues no éramos muy discretos que digamos –esto saldrá a colación más
adelante)
Admito que estaba celoso de este pendejete y más de una ocasión lo
demostré. Lo bueno fue que siempre en casa de Alida me vieron con una
postura paterna aunque mis verdaderas intenciones ya eran otras, estas
nunca salieron a flote. Platicando una vez con Gretel no sé por qué
salió el tema de que este buey la quería chamaquear apantallándola con
el bocho y el equipo de sonido que tenía: jajaja! a lo que le dije “la
diferencia de tu novio y yo, es que yo si te puedo mantener, darte un
hogar y una vida de pareja que él nunca te podrá dar”. Con ese
comentario Gretel se dio cuenta de mis sentimientos por ella y no dijo
nada y yo también me di cuenta de que me había pasado de la raya y que
la había cagado porque me exhibí de una manera absurda y sin necesidad,
pero aaaah, malditos celos: jejeje!
Unos días después lo tuve que admitir y admití que estaba completamente
clavado con esta Gretel, no solo era un deseo carnal, era más, la
necesidad de saber de ella, cuidarla, procurarla y todo lo que conlleva
una vida de pareja estable… cosa que yo no “tenía” del todo con su mamá y
que a Gretel sí le quería dar.
Como les dije, yo ya entraba y salía mi gusto de esa casa. Alida también
estaba clavadisíma conmigo y ya me había empezado a resignar en el
sentido de que estaba en medio de una batalla que no iba a ganar porque
Gretel nunca me iba a pelar… Un día llego a su casa y el destino premió
mi paciencia. Gretel estaba con su novio en una postura muy
comprometedora; el buey estaba prácticamente encuerado y Gretel
solamente en pantalón, sin blusa y sin brassier. Y me dije a mi mismo
“ahora es cuando”, no es necesario que les diga lo que hice pero al
chavo este: lo corrí de la casa madreado y solamente le di chance
ponerse su trusa (por lo que terminó de vestirse en el patio con la ropa
toda desparramada) mientras le gritaba que si se volvía a parar en la
casa lo iba a mandar al tambo por abusar de “mi niña”. Al regresar a la
casa Gretel no quería verme y en parte lo entendía, la había caído en la
jugada y pensó que en isofacto la iba a delatar con su mamá. En esa
tarde noche ya no salió de su cuarto.
Pasaron unos días y yo me di cuenta de que Gretel estaba incómoda
conmigo hasta que me buscó por el mesanger y accedió a platicar conmigo.
Lo primero que hizo fue agradecerme el hecho de que no la hubiera
delatado con su mamá y yo de allí aproveché para “ganarme su confianza”.
En esos momento ya tenía 18 años y mi discurso para envolverla fue
“Neta que te entiendo… estás creciendo, tienes emociones, sentimientos,
ganas de sentir y experimentar cosas nuevas” una cosa así le dije, a lo
cual prestó atención y sobre todo le di la confianza de que podría
preguntarme cualquier inquietud, duda o cuestión acerca de la vida y del
sexo también por supuesto.
Pasaron otras semanas y ya la relación entre Gretel y yo se convirtió.
Me dijo que este pendejete la estaba presionando para hacerlo y que ella
no quería por lo mismo de que su mamá se embarazó a los 14 años por lo
que estaba paniqueada. Como ellos se veían a escondidas le dije cortara a
este buey y así lo hizo. Sin decirle a su mamá nada la llevé a pláticas
de orientación sexual y como les dije, nuestra relación cambió de tajo.
Nos hicimos amigos a muy buenos amigos y empezamos a salir los 2, no
como pareja, pero la iba a buscarla a la escuela, recogerla al cine, la
llevaba a las fiestas de sus amigas y por supuesto la empecé a jalar a
los conciertos a los que yo iba.
En un Vive Latino nos lanzamos a ver a Moderatto y como estaban en el
escenario principal pues estaba hasta la madre de gente. Recuerdo que
ese día llovió y a pesar de que estábamos en medio del desmadre, ella
empezó a decirme que tenía frío por lo que la abracé por la espalda una
mano la puse sobre sus hombros y la otra en el talle de su cadera… no me
dijo nada, solamente se dejó… sintió como tuve una liguera erección y
tampoco dijo nada, al contrario se acerco más a mí. En ese momento
agarró mis manos, las cruzó y las puso sobre sus senos. Yo al darme
cuenta de lo que hizo mi erección fue eminente y tuve que retirarme un
poco para no arrimarle la verga descaradamente y cagarla. Voltea su
cabeza y me dice: “¿por qué te alejas? Tengo frío y quiero sentirte
junto a mí”. Yo en ese momento estaba más que perplejo y accedí a
acercarme. Ella al sentirme me apretujó más y así nos quedamos más de la
mitad de la presentación de Moderatto. Seguimos viendo a otras bandas y
en lo que nos movíamos de un escenario a otro Gretel siempre me
agarraba la mano y no me soltaba.
Siempre fue lo mismo a la banda que íbamos a ver, me ponía detrás de
ella, la abrazaba y ella se dejaba. Yo siempre le hablaba al oído para
que sintiera mi respiración, el latir de mi corazón y sobre todo mi
verga erecta. La besé un par de beses en su oído, en sus mejillas, en su
cuello… acción que nunca reprochó. Los besos en la mejilla buscaban sus
labios y cuando creía que al fin los iba a alcanzar me dice… “por qué
…por qué me quieres besar, esto no está bien” A lo que le dije algo así
como “estoy quitándote las gotas de lluvia que tienes y bueno, si te
beso en los labios será sin querer” al terminar de decirle eso se voltea
y queda frente a mí mirándome a los ojos y relamiéndose los labios me
dice “ahora sí, tengo exceso de gotas de lluvia” en ese momento todo me
valió madre y la besé como nunca antes yo lo había hecho, no fue el
tradicional beso arrebatado o impulsivo, fue un beso tierno, cachondo y
largo. Al terminar no me dijo nada, solamente se volvió a voltear. Yo en
ese momento no supe qué hacer del todo, por lo que solamente guarde la
calma para ver qué pasaría.
Al terminar el concierto le digo, vamos a cenar y me dice ok, y me
vuelve a agarrar la mano. Al empezar la pelotera de la salida, nos
volvimos a abrazar hasta salir… compramos 2 playeras, una para cada
quien y nos salimos del foro sol. Caminando estuvimos platicando de todo
el concierto, menos del beso. Llegamos al palacio de los deportes que
fue el lugar donde estacioné mi carro y como yo vivía en la Moctezuma en
la delegación Venustiano Carranza pues tenía un buen de lugares
estratégicamente bien ubicados para cenar algo chido. Gretel quiso una
hamburguesa y nos lanzamos a unas muy buenas que están en una esquina
sobre la calle taller. Al terminar, le digo, pues empecemos la
expedición para irte a llevar. (Gretel en un par de veces ya había ido a
mi depa acompañando a Alida y también en alguna ocasión se lo había
“prestado” para que organizara una fiesta-pijamada con sus amigas pero
en realidad quería agarrar la jarra, cosa que hizo. Pero bueno, eso no
viene al caso).
En ese momento me dice “no quiero llegar a mi casa… vamos a tu
departamento” y yo por dentro estaba que me cagaba porque yo tenía bien
claro lo que pasaría si yo la llevaba a mi depa. El pretexto para que se
quedara era lo único que nos hacía falta y en esos momentos, que se
deja caer un mega aguacero. Alida en la tarde nos había marcado al
celular para saber cómo estábamos; también para decirnos que por Telehit
estaban pasando el vive, que se veía que estaba hasta la madre de gente
y sobre todo, quería saber cómo nos estaba hiendo con la lluvia.
Eran sobre la 1 de la madrugada y le marqué diciéndole que estaba
lloviendo, que estaba cabrón el tráfico y que sería un mega pedo llegar
hasta Vallejo (porque hasta allá vivían), Neta que yo pensé que Alida me
iba a decir que no, que no le iba a dar permiso de dejar que se quedara
en mi depa conmigo y grandiosa fue mi sorpresa al darme su confianza,
su autorización para con Gretel y sobre todo, permiso. Me pidió que se
la pasara, hablaron y después volví a hablar conmigo para decirme que de
la ropa que Alida tenía en mi depa de cuando ella se quedaba a dormir
que se la prestara a Gretel para que tuviera una muda seca de ropa. Al
tener permiso, nos lanzamos a mi depa.
Al llegar le busqué la ropa de su mamá, se la di y se metió al baño a
cambiarse, yo me cambié en mi cuarto y posteriormente salí a la sala a
esperarla (como buen soltero siempre tenía chelas en mi refrí y cuando
salió del baño), nos sentamos a platicar en la sala, agarré una chela y
la empecé a beber, Gretel me cuestionó por qué no le daba una y accedí a
dársela.
Sentados en la sala con luz tenue y con música algo cachonga se acurruca
donde yo me senté y empezamos a platicar de los besos que nos dimos
horas atrás, de los arrimones y demás roces del vive. Puedo decir que de
su parte fue una plática exploratoria para saber lo que yo pensaba de
ella a lo que creo no salí mal librado. Fue el momento preciso donde
pude decirle lo mucho que me gustaba y ella también me comentó algo
similar y que desde que madrié a su novio se moría por estar conmigo.
Me paro por otras 2 cervezas y cuando me siento, ella se sienta sobre
mis piernas y me empieza a besar y este beso sí fue algo manchado pero
con propiedad. Yo la acariciaba con mis labios tierna y dulcemente para
que no se sintiera incómoda; la besaba por sus labios, mejillas, ,
frente, cuello, hombros, brazos y sus senos sobre la playera que traía
puesta; solamente necesitaron de un liguero roce y sus pezones se
levantaron sin mucho esfuerzo.
Poco a poco los besos y caricias fueron subiendo de nivel y de
intensidad. Yo ya estaba bien caliente y ella lo estaba más. Llegó el
momento en que le dije quítame la playera y lo hizo sin prisas mientras
ella también me cachongueaba con sus besos, yo empecé a meter las manos
debajo de su blusa que traía puesta y que precisamente compramos a la
salida del vive; no traía brassier puesto y sentí por primera lo redondo
y a su vez lo suave que eran sus senos. Olí su piel y fue algo que
también me prendió ya que era único su olor, su piel era muy suave y
tersa. Siguieron los besos y Gretel ya se me arrimaba demasiado porque
sentía la erección que tenía. Le quité su playera y empecé a besar sus
senos en lo que mi pene rozaba su panochita la cual cubría su bikini y
el pants que traía puesto. Sus pezones aún erguidos me señalaban así
como diciéndome sigue así; sus aureolas eran cafés y combinaban
perfectamente con el color de su tez y sobre todo, con el color de sus
ojos. Debo decir que Gretel reaccionaba muy bien a mis estímulos y se
movía de una forma sensual y única, como nunca nadie lo había hecho. Yo
seguía besándola y una de mis manos estaba en sus senos y la otra la
tenía acariciando en sus firmes y bien formadas nalgas.
En esos momentos nuestra respiración ya era de excitación. A pesar de
que estábamos metidos en el pleno faje también en el fondo estaba
esperando a que Gretel me parada en seco y se echara para atrás cosa que
no hizo. Mientras la besaba y acariciaba, mis manos seguían agarrando
sus nalgas, sus senos, su cabello, su espalda, todo ella. De repente me
dice con voz entre cortada… “definitivamente quiero hacerlo contigo” y
antes de aventarme literalmente encima de ella le pregunté “por qué yo
Gretel” a lo que me responde “Muchas veces escuché las veces que le
hacías el amor a mi mamá y yo me excitaba nada más de oírlos, me tocaba y
me acariciaba pero nunca llegue a más” (recuerdan que párrafos atrás
les dije que Alida y yo teníamos que esperar a que se durmieran para que
pudiéramos hacerlo) pues resulta que Gretel se quedaba despierta para
escucharnos: jejeje! Además -me dice- “yo me di cuenta como tratas a mi
mamá y eres caballeroso con ella, la respetas y siempre le das su lugar,
cosa que valoro mucho y admiro de ti y si te escojo a ti, es porque
precisamente quiero que un hombre como tú me haga el amor en mi primera
vez y no que solamente me coja”. Yo al escuchar esto le bajé mis
revoluciones a mi faje con ella y la empecé a escuchar con atención. Me
contó que su ex novio la tenía chiquita y como la presionaba a tener
relaciones, le hizo un par de chaquetas para que la dejara de molestar y
resulta que este pendejete se venía rápido; aparte me dijo que algunas
de sus amigas ya lo han hecho pero que lo hacen por hacerlo y que ella
no quería algo así. Siguió diciéndome que sus amigas contaban unas
historias que ni ellas mismas tenían la idea de lo que representaba
decir que lo habían hecho; me habló de lo que sentía cuando nos
escuchaba a Alida y a mí cuando lo hacíamos y de otras cosas más
sexualmente hablando. Yo al oir todo esto me quedé pasmado y en parte
admirado de la visión que tenía Gretel acerca de esto. Ya para finalizar
con una sonrisa entre pícara y maquiavélica me dice: “si voy a perder…
quiero perder con alguien que me lo haga bien, como se debe de hacer”.
Puta madre! Con eso que me dijo me sentí como ese refrán que dice “ahora
resulta que los patos le tiran a las escopetas”: jajaja!
La neta yo me sentía en las nubes con su comentario y la erección que
tenía ya era de otro mundo. Empecé a besarla nuevamente para volverla a
calentar cosa que no pasó mucho tiempo; cuando la sentí excitada
nuevamente la cargué como recién casados y la llevé a mi habitación, la
acosté en la cama y yo me quité la bermuda que traía quedando
completamente desnudo. Gretel estaba ya nerviosa porque sabía lo que iba
a pasar, para relajarla fui por otras cervezas y prendí unas velas para
hacer el ambiente más romántico.
Le quité el pants muy despacio y lentamente. Empecé a besarla de los
pies hacia arriba pasando por sus dedos, empeine, espinillas, chamorros,
rodillas, muslos, ingles y al llegar a la altura de su vagina, empecé a
hacerle sexo oral con su bikini puesto y sentí que estaba completamente
húmeda… lo recorrí un poco y empecé a besarla y mamarle su panocha la
cual estaba bien rasurada, no mucho pero tampoco estaba al 100%
depilada; al hacerle el sexo oral me daba tiempo para que ella y yo lo
disfrutáramos sin prisas uno del otro. Sentía perfectamente como su piel
se erizaba al sentirme tocarla, besarla y al hacerle sexo oral. Probé
sus líquidos y posteriormente cambiamos de lugar, ahora ella empezó a
mamarme la verga. No lo hacía bien por lo que le expliqué cómo debía
hacerlo cosa que prestó atención y una vez que sentí que ya había
agarrado ritmo, me moví de posición y empezamos a hacer un 69.
Gretel ya estaba húmeda y algo dilatada por lo que la recosté y mientras
le quitaba su bikini, mi lengua se hablaba de tu con su clítoris
mientras la preparaba para la posición del misionero. Me levanté y pude
observar como Gretel se entregaba a mí: abrió sus piernas para recibirme
y yo acepté su invitación, mientras yo me acostaba sobre de ella, seguí
besando las partes de su cuerpo que iba encontrando en el camino. En un
principio solamente le entraba la punta y un poquito más, mis
movimientos eran suaves y lentos por lo mismo de que estaba a punto de
dejar de ser virgen. Sentí su himen y la resistencia que este ejercía
sobre mi pene, Gretel al mismo tiempo se excitaba y también se quejaba
de lo mucho que le dolía… de repente gritó: aaaaah! Mi pene había
entrado completamente en ella y fue una sensación agradable; aunque
Gretel no era la primera virgen que me echaba, Gretel fue la primera con
la que sentí como al ir entrando mi pene en ella, las paredes de su
útero se iban ensanchando, abriendo y tomando la medida exacta de mi
pene. Una vez estando adentro, las manos de Gretel se aferraron
fuertemente a mi y a las sábanas; mis movimientos eran lentos por lo
mismo y conforme me movía le iba preguntando cómo se sentía. Lo que en
un principio eran gestos de dolor, poco a poco se fueron volviendo
gestos de placer.
Después de un rato cambiamos de posición y la senté sobre de mi y
nuevamente sentí como la ensanché por dentro. Le dije la manera en que
tenía que moverse y así lo hizo. Me levante y así sentados en la cama,
la empecé a acariciar y a besarla: en la boca y en sus senos. Ella
marcaba el ritmo, me besaba, me acariciaba, me tocaba y yo simplemente
me dejaba llevar por su sube y baja hasta que sentí como su vagina se
contractaba y llegaba el primer orgasmo de su vida el cual terminó con
un: aaaaaaaaaah! Perfecto y hermoso. La verdad no le di chance de
respirar y sin aún regresar de su orgasmo la volví a acostar boca abajo
para penetrarla por atrás pero vía vaginal. Ahora yo tomaba el control
de las acciones y Gretel estaba toda batida. El tradicional “tac tac” al
chocar mis huevos con sus labios vaginales fue prolongado y sus gestos
eran ya de una mujer que estaba gozando su primera relación sexual.
La volví a voltear para quedar en la posición del misionero otra vez
pero esta vez le levanté un poco las piernas a la altura de mis caderas
para penetrarla más a fondo. Poco a poco fui subiendo la intensidad de
mis movimientos hasta llegar a un punto en que Gretel empezó a darle
rienda suelta a sus gemidos (imitando un poco a su mamá). Empezó a
decirme al oído: “me está doliendo… ya vente, ya los quiero” y eso me
prendió como no tienen idea, aunque me lo decía al oído yo le contesta
diciéndole “regálame otro orgasmo”. Tardé todavía un en venirme porque
quería que ella acabara. Cuando sentí que ya estaba por terminar me lo
hizo saber así como se lo pedí. Obviamente llegó el momento y empecé a
eyacular como nunca en mi vida lo había hecho. Gretel al sentir el
primer chorro de mis espermas se terminó de venir conmigo también y su
útero literalmente empezó a contraerse como su estuviera comiéndose
todos mis espermatozoides que le estaba depositando. Sus manos me
jalaban con fuerza a ella y me apretó fuertemente cada uno de mis
embates mientras eyaculaba.
Así me quedé encima de ella por un rato y mientras regresábamos del
orgasmo nos hacíamos muestras de cariño. Una vez ya concientes y entre
beso y beso que nos dábamos y yo aún dentro de ella me dice: “que rico
se siente tenerlos adentro” yo sonreí y le dije que había estado
maravillosa. Momentos después me dice que necesita ir al baño y se paró
como rayo; ya estaba empezando a escurrir los restos de su himen juntos
con mis espermas. Unas gotas cayeron al piso y entendí de su urgencia de
ir al baño a limpiarse.
No la interrumpí en el baño, dejé que se aseara y cuando regresó a mi,
tenía la sonrisa más franca que he visto en mi vida. Obviamente
platicamos y aunque suene presuntuoso puedo decir que cumplí sus
expectativas… y más. Ya no lo volvimos a hacer esa noche sino hasta la
mañana siguiente y 2 veces. Una en la cama al despertar y la otra en la
regadera, ambas veces terminé nuevamente adentro de ella.
Después de desayunar la fui a dejar a su casa. Alida nunca sospechó de
lo que Gretel y yo hicimos. Gretel estuvo 2 días escurriendo sangre;
unos días después le bajó y asimismo aprovechamos para que se colocara
un DIU porque claro está que seguimos haciéndolo muchas veces más, unas
veces en mi depa y otras tantas en su casa.
La hija de mi novia si que sabe chupar la pija
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