Cuando julio se fue a los Estados Unidos a trabajar por nosotros, por mi
y su hija supe que seria una buena sedición pues el dinero que nos
enviaría nos alcanzaría para mas cosas. Estando el allá logre poner un
pequeño negocio de costura para mis vecinas y amigas. No ne quejó va
todo muy bien mi clientela ha ido incrementando poco a poco, ya tengo
algo de fama en el lugar donde vivo.
Por semana julio me envía 800 dólares cuando le va bien en si trabajo,
lo menos son 500 dólares. Lo cobro en una tienda HEB la cual ne queda a
unas pocas calles de la casa. Procuro no llamar la atención pues no
falta quien vea lo que uno hace para intentar robar algo. Lo que es la
suerte pero en este día me toco las de perder. Julio me llano para
decirme que ya estaba el deposito listo para así poder pagar la cuenta
de la electricidad que ese día vencia.
Me fui a cobrar y de ahí mismo pagaría ese recibo, pero cuando saque el
dinero recorre que el recibió había dejado encima de la mesita de la
televisión. Al regresarme por ella un mucha hito en bicicleta me
mostró un cuchillo, me pidió no gritar y que le entregara la bolsa. El
dolor que me dio fue que en esa bolsa traía el dinero que acababa de
cobrar así como de la tarjeta donde deposito ese dinero. Mi impotencia
fue mucha que llore todo el camino de donde me robaron hasta la casa, mi
hija me vio pero para no alarmarla le dije qje me había caído y por eso
lloraba de un poco del dolor.
Lo primero que hice fue calmarme asi como de reportar por robo la
tarjeta así como mi celular. Dios me ayudó pues no habían tomado nada
de ese dinero que ahí tengo guardado. Me sentía un poco incomoda, me
sentía vacía porque nunca antes en la vida me habían robado, es una
sensación rara y extraña el que me hayan asaltado, pero el pendiente que
seguía era el de pagar la cuenta eléctrica, no sabia quien podría darme
ese dinero con la promesa de devolverlo al día siguiente. Todas las
que conozco ninguna estaban sus casas, solo me quedaba mi comadre
Laura, pero en esos momentos estaba en el gimnasio, aun así me fui a su
casa , su esposo Juan no es muy de mi agrado pues es muy vulgar, además
que siempre me dice cosas muy directas tratándolo de ocultar con otras
palabras, en una ocasión en una fiesta según el se equivoco pues me
agarro las sentaderas pensando que era su esposa, se lo justifique en
esa ocasión porque ella si traía una vestimenta muy similar a la mía.
Cuando llegue a su casa este hombre me abrió la puerta me pare lo
prudente hablar con el afuera y no pasarme directamente a su casa, me
indico que mi amiga no estaba en casa y que llegados hasta en la noche
revisando unos asuntos con unas hermanas. Me quise ir de inmediato pero
la necesidad de pagar la cuenta eléctrica me hizo decirle a este tipo
sobre esta necesidad, casi de inmediato me respondió que si, que no
había algún problema de hacerlo.
Cuando me dio el dinero de inmediato fui a pagar ese adeudo, al día
siguiente después de ir al banco y revisar todo saque el dinero que me
habían prestado y lo fui a devolver. De nueva cuenta me recibió este
sujeto, lo curioso de esto fue que el estaba muy sudoroso, al parecer
estaba haciendo ejercicio, me cae mal pero debo de reconocer que el tipo
tiene buen cuerpo, ya algo marcado por la edad pero se mantiene en
forma haciendo ejercicio. Me pidió que esperara a mi amiga mientras
regresaba de la farmacia a la cual había ido. Me senté en la sala y el
se fue a la segunda planta para darse una ducha. Mientras esperaba
recuerdo que agarre una revista y la comencé a hojear, en eso se escucho
un fuerte golpe, así como un grito de Juan.
Corrí a verlo, le pedí que me abriera la puerta del baño para revisarlo.
Al entrar al baño el estaba desnudo en la regadera con una gran
cantidad de sangre escurriendo de su cabeza, lo tome de la mano derecha y
le pedí que se sentara en el sanitario para revisarlo muy bien. el
golpe había sido porque una repisa que ahí tienen en la regadera. Se
había desprendido y le pego de lleno en la cabeza. Hace algunos años
estuve en un curso de enfermería y ese tipo de heridas son de fácil
curación. Tome las cosas necesarias del botiquín y le atendí la herida.
No me había acordado que el estaba desnudo, sino cuando se me cayo la
cinta cayó en sus genitales. Para ser exacta en su pene. No les mentiré
pero me excito ver ese pene flácido, moreno, circundado, y von una
cabeza roja mediana, me puse un poco roja, pero tuve que controlarme un
mucho para no hacer una tontería. Me dio pena pero le dije que me la
diera, el se tapo con una toalla que estaba cerca, no se si fue por la
cercanía que teníamos, pero de pronto el cubrió con sus manos su pene,
el pensó que no lo había visto, pero si lo hice pues se notaba que se le
había parado al verme.
Laura llego y se le explico la situación, a pesar de que le había curado
si necesitaba una atención médica para que pudiera sanar. Los acompañe a
petición de Laura, aunque ya me sentía un poco incómoda después de
haber visto desnudo a Juan. No crean fue difícil borrar de mi mente ese
miembro masculino que había visto. Era algo que me llamo la atención, no
soy morbosa pero ese pene me llamo poderosamente la atención. Mientras
esperaba a que atendieran a Juan leí unas revistas medicas de embarazo y
eso y ahí fue donde vi una imagen que me hizo fantasear, una pareja
estaba desnuda frontalmente explicando algunos riesgos de la salud y
demás, cuando vi al hombre por un momento imagine que era Juan el que
estaba ahí. Ya que regresamos del hospital ellos amablemente me fueron a
dejar a mi casa, Juan ya estaba mas tranquilo, y mi amiga me agradeció
por haberle ayudado a su esposo en esos momentos de angustia.
En mi cabeza estaba ese pene, ese órgano sexual masculino me había
perturbado la cabeza, sentía mucha curiosidad de verlo erecto al
natural, de como se ve parado sin la toalla que le cubriay sobre todo
cuando se lo mete a mi amiga, si le duele o le lastima al penetrarla, en
fin eran tantas cosas que él me hacía sentir, me sentía aturdida porque
ya tengo más de medio año de la última vez que vino Julio, y pues solo
me toco en ocasiones al bañarme. Esa noche me di un buen baño, mi hija
ya estaba dormida en su cuarto cuando me di una tocada por encima de la
vagina, sentí muy delicioso y erótico, ese pene me atarrajó mucho.
Pero como amo a mi marido y lo respeto por completo, no paso mas que una
calentura momentánea y una curiosidad de verle el pene a Juan.
Los días pasaron y una tarde mi hija estaba en la casa de una amiga, por
lo general una vez a la semana la dejo ir ahí, pues es una chica que la
conozco desde que mi hija esta en el jardín de niños, así que no me
preocupo por que ande haciendo otras cosas. Así que yo aprovecho ese
tiempo para hacer otras coas en la casa o me salgo a tomar un café o al
cine con mis amigas. Apeas me iba a sentar a hablar por skype con Julio,
cuando sono el timbre de la entrada. Abri y ahí estaba Juan, traia un
pastel entre sus manos, gentilmente me pidió pasar a la casa, cosa que
acepte, pues no me parecía nada fuera de lo común que alguien lleve
pastel.
Inmediatamente el me explico que el motivo de llevarme el pastel era de
agradecimiento por haberle ayudado en los días pasados cuando tuvo el
accidente en su casa, además de que me llevaron de comer y demás, el
sentía esa necesidad de agradecerme personalmente ese gesto que tuve con
él. Yo le agradeci ese gesto, pero que había sido algo muy normal,
pues somos seres humanos e hijos de Dios y pues como tal el deber es de
ayudarnos. El también menciono algo muy importante, el hecho que no le
haya dicho a su esposa que lo vi desnudo, pues se incomodaría si ella lo
supiese. Yo le respondi que no había ningún problema, que por el lado
humano y atenderlo a la prontitud no me fije mucho en ello. Las cosas
se pusieron un poco calientes cuando el me comento que ese dia se estaba
masturbando pensando en mi, que por eso se había caído la repisa, pues
el se apoyo de ahí cuando estaba eyaculando. Me sonroje, me puse roja,
pues no pensé que el me fuese a decir esas cosas y de esa manera tan
directa. le respondi que no le creía, pues no soy una mujer que se
conisidere atractiva, el de inmediato me contesto que si, que mi esposo
se había ganado un excelente trofeo conmigo. El se paro y se acerco a
donde yo estaba sentada, me hice para un lado, pero el estaba pegándose
un poco mas a mi, en mi mente estaba una batalla de sentimientos, por un
lado mi esposo y por el otro lado el, y su pene que me había
obsesionado con el.
Juan se aprovecho de mi debilidad y accedí a besarlo como el me lo
sugirió, su boca sabia un poco a cigarrillo, no me desagrada pero no es
algo que me gusta hacerlo. Sus manos acariciaron mis senos por encima de
la blusa, me los estrujaba torpemente, yo le dije como lo hiciera,
pues esa manera no era algo muy excitante. El me agarro de la mano
derecha y me hizo tocarle la entrepierna, su pene estaba en un estado de
erección, no son como esos tipos de las películas XXX que parece que
tienen unas enormidades de mas de 30 cms, esta era algo mas bien normal,
pero se le notaba mucho encima de su pantalón. Se incorporo del
sillón y me tomo de ambos brazos, me condujo hasta mi recamara, me sente
en la orilla de la cama, Juan se quito con rapidez el pantalón, al
quedarse con calzoncillos se acerco a mi, me tomo de la cabeza, y me
pidió que se lo mamara, le baje los calzoncillos y de ellos emergió su
pene, así como en mis fantasías me lo había imaginado así se encontraba
erecto, su cabeza estaba algo babeante, un liquidito transparente salía
de su cabecita, con una agresividad Juan me hizo tragármelo por
completo sin avisar, yo me sentí ahogarme, pues no estaba preparada para
hacérselo. Julio siempre ha dicho que soy una experta mamándosela, que
ninguna de sus parejas se lo había mamado como yo. A Juan le flaqueaban
las piernas al sentir mi lengua en ese instrumento, mis manos tocaban
sus testículos, esas bolsas de carne peludas y grandes estaban a mi
completa disposición. Mi boca humeda sentía el sabor de ese semen que
horas antes había eyaculado en la vagina de mi amiga, pues el me comento
después que en la mañana había cogido con ella.
Me incorpore de la cama, me quite toda la ropa, Juan trato de ayudarme,
pero yo se lo impedí, le dije que me dejara hacerlo a mi. Al verme
desnuda Juan se me acerco como un loco desesperado por cogerme, me
acosté en la cama, tomándome de los tobillos se acerco a mi, su pene
estaba en mis labios vaginales externos, lo hundió en mi vagina hasta
el tope, sus testículos chocaron en mi ano, gemi de gusto, de placer, el
se enfoco a penetrarme, casi no hablaba, solo hacia un poco mas
intensos sus embestidas, yo le pedia que me besara, que me acariciara
los pechos, que me chupara los pezones, que me hiciera algo, pero a la
de ya. Tormpemente me los comenzó a chupar, pero no dejaba de
penetrarme, sus embestidas eran muy duras, no se si me explico, el me
metia muy fuerte el pene en la vagina. Cuando apenas estaba sientiendo
mi orgasmo, Juan se detuvo por completo en sus metidas, la razón es que
el se había venido dentro de mi vagina. Me sentí muy incómoda, pues
nunca me había pasado eso, que el hombre que me penetra se viniera tan
pronto, pero comprendo que a la edad de Juan es algo normal. De
imnediato su pene perdió la erección, al sentirlo de que salió de mi
vagina, fue seguido de una cantidad de semen que eyaculo dentro de mi.
Apenas se iba a parar y le dije que no me iba a dejar así, que ahora me
tendría que cumplir y dejar que yo terminara como se debe, pues estoy
acostumbrada a que me vengo las veces que son necesarias antes de que
Julio se viene dentro de mi. Juan se paro y se metió en el baño, pude
oir que se fue a orinar, cuando acabo lo alcance en el baño y lo hice
que se lavara el pene para poder mamarselo y que no se quedara ese sabor
a orines. Quedo bien limpio y oliendo a mi jabon de coco. Nos
regresamos a la recamara, lo acoste boca arriba, pues ahora me tocaba a
mi disfrutarlo, tome el pene con mi mano izquierda, subia y bajaba de su
pene, el cual poco a poco fue incrementando su tamaño. De nueva cuenta
mi boca hizo maravillas en su pene, lo mame como lo se hacer, el me
tomo de la cabeza y me hizo otra vez tragármelo completo. Ahora lo mama a
mi manera a mi estilo. Mi legua recorrió su glande por todos lados,
Juan se retorcía de placer que sentía al tener su pene en mi boca. Al
verlo que estaba otra vez erecto sin dudarlo me puse encima de el,
tomandolo con mi mano derecha lo puse en mi vagina, poco a poco lo fui
metiendo, hasta que quede sentada por completo en el, me fui moviendo de
adelante para atrás sin sacarme el pene de la vagina, sentía muy rico
ese trozo de carne en mi intimidad, me moje de inmediato al sentirlo
dentro de mi, el primer orgasmo que tuve con ese pene fue algo
inimaginable, dios me perdone pero sentí mas rico que con mi marido. Sin
sacármelo de la vagina fue teniendo orgasmo tras orgasmo, no crean que
así de seguido, no, fue moverme hasta logarlo, uno a uno, en lapsos de
4-5 minutos tuve mis orgasmos, ya en el ultimo me baje de su pene, juan
me acomodo de perrito, me sujeto de las caderas y me clavo su
masculinidad en mi vagina. De lo mojado que al tengo no sentí mucho
dolor, pero si sentí como iba penetrándome cada vez mas profundamente.
El me decía que se iba a a venir, yo lo controlaba que se calamara un
poco, que no me lo hiciera tan fuerte, yo deseaba terminar igual que el,
sentir lo mismo que siento con Julio. Al mismo tiempo sentimos el
orgasmo, yo moje su pene con mis fluidos y el me mojo con su semen.
Caímos cansados en la cama, había sido una buena sesión de sexo con
alguien que me causaba desprecio, pero con esto que me acaba de hacer
se reivindico.
Mi esposo es un cornudo
Posteado en Confesiones , Cornudos , Heterosexual , Infidelidades en por Esperanza
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