Cuando por curiosidad me decidí a escribir algunos relatos eróticos, no
imaginé que entre los cientos de miles que circulan por la web, podría
llegar a tener tantos mensajes de reconocimiento escritos por hombres,
mujeres, chicos y chicas de muchos lugares de habla hispana y del mundo.
Por eso quiero relatar lo vivido a causa de haber conocido a una joven
lectora.Esta jovencita a quien llamaremos Florencia, me impactó desde el primer
momento, porque nuestras charlas a través del Messenger no tenían como
objetivo llegar a una relación íntima, pero era algo muy placentero
verla en fotografías mientras nos escribíamos. Así fuimos conociéndonos
durante algún tiempo, pero ya sentíamos la necesidad de vernos
personalmente, de escuchar nuestras voces, de mirarnos los ojos, de
tocarnos. Este tipo de relaciones no se pueden mantener durante mucho
tiempo, porque se va diluyendo y todo termina en la nada.
Por ello decidimos encontrarnos lo más pronto posible y buscando en
internet encontré un lugar muy lindo, tranquilo y no muy lejos de
nuestros respectivos domicilios, una cabaña a la vera del río Paraná,
donde podríamos pasar un fin de semana juntos casi en la más completa
privacidad. Concretamos la fecha y quedamos en que ella iría primero y
me esperaría, ya que yo viajo en moto y no podía asegurarle la hora a la
que llegaría.
Florencia es una joven sensacional, además de ser linda, tiene algo que
atrapa, que seduce, que incita, que te hace sentir todo un hombre. Como
no quiero cansarlos con muchos pormenores, voy a ir al directo al relato
de lo que vivimos.
Cuando llegué a la cabaña, me estaba esperando sentada en una escalerita
a la entrada de la cocina. Cuando me vio llegar solo se paró para dejar
que me sacase el casco y acomodase la moto, luego caminó hacia mi y nos
estrechamos en un fuerte y prolongado abrazo sin decirnos ni una sola
palabra, solo nos miramos y volvimos a abrazarnos muy fuerte. Fue una
sensación indescriptible, sentir sus senos sobre mi pecho, su
respiración algo agitada y esos ojazos que veía por vez primera hicieron
que mi corazón latiera a mil.
Así, abrazados, entramos la cabaña, nos miramos a los ojos y nos dimos
un largo y profundo beso. Luego de cambiar algunas palabras le dije que
necesitaba bañarme, ya que entre el calor y la tierra del viaje me
sentía muy incómodo. Dale, me dijo, te espero.
Ya en el baño me desnudé y con agua bien caliente comencé a enjabonarme
la cabeza, todo el cuerpo y noté ya que comenzaba a tener una erección
pensando en la chica de frikinternet. Sentí que la puerta del baño se
abrió y Flor me dijo: Puedo? Estaba desnuda metiéndose bajo la ducha
conmigo. No lo podía creer! Ese cuerpo joven, esas tetitas no muy
grandes pero bien paraditas y duras estaba frente a mi con un jabón en
las manos, comenzando a frotarlas, primero en el pecho, bajando por mi
vientre y lentamente sobre mis genitales. Demás está decir que ya tenía
el pene totalmente rígido.
Jorge, me dijo, es como lo soñé, me gustaste desde el mismo instante que
te sacaste el casco y no veía la hora de tener esta cosita entre mis
manos. (Demás esta decir que la cosita era mi verga.)
Después de sacarle todo el jabón, se arrodilló frente a mí y sin decir
una sola palabra retiró la piel del glande y comenzó a lamer la
cabecita, luego mi pequeña cosita casi desaparece en su boca, provocando
el placer más grande que recibí en mi vida. Solo atinaba a acariciarle
la cabeza con su pelo mojado y lanzar algunos gemidos que se escapaban
de mi garganta.
Cuando ya casi no aguantaba más le dije: Basta Flor, me vas a hacer
acabar y no podré brindarte el placer que mereces, date vuelta, pon tus
manos en la pared y afloja un poco las rodillas. Cuando así se encontró
tomé el jabón y comencé a enjabonarle los senos duros, paraditos y
bajando por su vientre llegué a su sexo, que estaba depiladito y
ardiente. Allí me detuve un buen rato, jugando con los labios de su
vagina y su clítoris hasta provocarle el primer orgasmo, que fue casi
interminable porque cuando le enjaboné el ano y mis dedos trataban de
relajar el esfínter ella seguía estremeciéndose de placer. Cuando sentí
que ya podía penetrarla arrimé la cabeza, la afirmé sobre ese círculo
oscuro, pegué un empujoncito lento pero firme y entró sin dificultad.
Cuando Flor sintió que era penetrada analmente por mi verga solo atinó a
decir: Despacito Jorge, despacito, nunca lo hice antes, pero ahhhhhh,
que placer, un poquito masssssssssss, massssssssssssss, voy a explotar
Jorge ahhhhhhhhhhhh. Tranquilia, le dije, ahora viene lo mejor. Empecé a
entrar y salir muy lentamente. Mientras ella se retorcía de placer yo
sacaba todo mi pene y lo volvía a meter ya con su esfínter totalmente
relajado. Ella tuvo otro orgasmo sensacional y yo sentí que explotaba y
todo mi semen se iba escurriendo por su recto hasta que iba saliendo por
el ano.
Los dos exhaustos nos miramos y nos abrazamos bajo el agua de la ducha,
que seguía cayendo sobre nosotros, y nos besamos tierna y profundamente.
Jorge, me dijo, fue maravilloso, nunca había hecho esto antes y aunque
ahora me molesta un poquitín, lo volvería a hacer mil veces contigo.
Flor, le dije, para mi éste es el mejor regalo que me hizo la vida, eres
una chica maravillosa y pase lo que pase jamás olvidare este momento.
Ella me decia despacito Jorge que me vas a lastimar el culo
Posteado en 69 , Beso Negro , Heterosexual , Sexo Anal , Sexo Irracial en por Esperanza
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