Habían
pasado meses desde mi primer encuentro con Isabel. Ella ya había
cumplido 41 años. Como regalo se hizo una glúteoplastia (agrandamiento
de culo) y se había aumentado el pecho. Las operaciones le habían
sentado muy bien. Una vez se recuperó de ellas, le sugerí que debíamos
montar una fiesta para su cumpleaños. Podríamos invitar a varias chicas y
chicos y pasárnoslas muy bien. La organizamos para Junio de 2013. En
total los invitados éramos diez chicos, yo, mi primo Javi, Héctor y
Mohamed, a quienes Isabel ya conocía, otros cinco chicos de mi equipo de
futbol, y Moussa, un negro pollón, con una mástil de 30 cm. En cuanto a
mujeres, además de Isabel estarían: Camila, una argentina de 22 años
que trabaja de doméstica en lo de Isabel; Deborah, que es la hermana
pequeña de Camila, de unos 18 años a quien aún no conocíamos; Bea, la
vecina tetona de Isabel con 55 años; y su hija Carmen, una divorciada de
28 años, que a pesar de tener ya dos hijas resulto luego ser una bomba.
Una mujer de 1.70 metros, de pelo castaño, en muy buena forma y con una
tetas de 120 cm bien firmes.
La fiesta seria en el chalet de Bea, quien
vive sola. La fecha escogida coincidía con el salón erótico en
Valencia. Primero se me ocurrió que acudiésemos todos al salón y que
después fuésemos a lo de Bea. Pero éramos multitud, lo cual complicaba
la logística. Entonces le propuse a Isabel contratar a dos de las
actrices que acudían al salón erótico para que monten una actuación para
nosotros. Después de algunas averiguaciones, resulto que por unos 4000
euros podíamos traer a dos actrices. Entre los chicos juntamos unos 2000
e Isabel aceptó poner el resto. Con ese presupuesto pudimos apuntar a
dos actrices maduras, una brasilera rubia de casi 40 años, Pamela B, a
la cual yo conocía de una películas que hizo para su treinta cumpleaños,
follando en una gangbang con 30 negros; y una argentina pelirroja de
50, que se mantiene muy bien y es muy atractiva y sugerente, Vanessa B. A
esta también yo la conocía de sus películas. Llegado el día de la
fiesta nos juntamos todos en casa de Bea. Carmen, su hija vino con una
amiga. Pilar, una casada de unos treinta años, alta, de un 1.80 mm,
también bien dotada de tetas. Camila y su hermana Deborah también
trajeron una amiga, Yanina. Tanto Yanina como Deborah eran muy delgadas y
apenas tenían tetas. A pesar de sus 18 años parecían dos crías, lo cual
despertó el morbo de muchos. Héctor, Mohamed y Moussa al llegar lo
hicieron con un travesti brasilero, algo que sorprendió a todos. Las
últimas en llegar fueron Pamela B y Vanessa B. Lo hicieron en una
limusina. Las dos llamaron la atención de hombres y mujeres. Bajaron de
la limo vistiendo solamente lencería erótica y con unos tacones de 12
cm. Bea, por su parte invitó sensualmente al chofer de la limo a que se
quedase.
El
chalet de Bea es muy amplio y tiene un salón de fiestas muy cómodo con
sillones y mesas donde había bebidas y aperitivos. Entramos todos al
salón Y Pamela y Vanesa me preguntaron quién era la que cumplía años y
yo las indique a Isabel. Aprovechando que estábamos en verano, Isabel
llevaba un vestido muy corto y escotado que dejaba ver sus nuevas tetas y
su tanga de color blanco. Vanesa y Pamela se acercaron a Isabel y se
pudieron a bailar sensualmente alrededor de ella. De a poco le quitaron
el vestido y comenzaron a manosearla. Isabel era receptiva a los
tocamientos y tampoco desaprovechada la oportunidad de tocar a las otras
dos mujeres. Pronto las tres estaban casi en pelotas rozándose entre
ellas. Vanessa entonces le quito el sujetador a Isabel y a lamerle las
tetas. Al mismo tiempo Pamela le quitó las bragas se arrodillo y pasó a
comerle el coño. Vanessa abrazo a Isabel por la espalda mientras le
pellizcaba los pezones. Isabel entonces giró su rostro y se besaron en
un lascivo beso. Isabel ya estaba muy caliente, excitada se giró y
abrazó a Vanessa frotándose contra ella sin descanso. Pamela, situándose
tras Isabel besaba sus hombros y le clavaba los duros pechos en la
espalda mientras sus manos recorrían sujetaban los glúteos de Isabel.
Entonces entre las dos llevaron a Isabel a una mesa y la acostaron sobre
ella. Mientras las dos le lamian las tetas, la penetraron vaginalmente
con un vibrador dorado. Poco después lo hicieron analmente con otro
vibrador. El cuerpo de Isabel comenzó a contorsionarse a causa del
placer. El resto de los asistentes estábamos más que calientes con el
espectáculo. Todos los hombres teníamos nuestras pollas afuera y
enhiestas. El resto de las mujeres y el travesti se pusieron a
mamárnoslas. Vanessa y Pamela se llevaron dos chicos cada una. Moussa se
acercó a la mesa y le dio su polla de 30 cm a Isabel par que se la
coma. Eso fue el sumun para Isabel. Por primeras vez saboreaba la polla
de un negro, al mismo tiempo que dos vibradores la doble penetraban. En
pocos minutos, todos los machos estábamos listos para eyacular. El
primero fue Moussa que inundó la boca de Isabel, y con su leche también
le mancho la cara. Al resto Vanessa y Pamela nos hicieron acercarnos a
la mesa y eyacular sobre Isabel, quien quedó completamente bañada en
esperma. Así Isabel llegó a su primer orgasmo.
Mientras
Isabel se duchaba, el resto continuamos en acción. Cada una de las
actrices se había llevado a dos machos con los que se entretenían. Bea
mamaba y hacia una cubana a Moussa. Camila en cuatro patas era follada
por el chofer mientras mamaba al travesti. Deborah y Yanina mamaban a mi
primo Javi mientras este las penetraba con los vibradores. Otro chico
follaba a lo perrito a Pilar. Héctor, Mohamed y yo nos habíamos quedado
con Carmen, quien era la más atractiva de todas las mujeres. Ella
primero nos mamaba. Después Mohamed le corrió la diminuta tanguita roja
que llevaba y se preparó para partirle el culo. Apoyó la polla en su ano
y comenzó con sus embates. Ella mamando mi polla mientras la excitaba
frotándole el clítoris con sus dedos. Los gemidos de Vanessa y Pamela.
Ambas estaban disfrutando una doble penetración. Yo así tuve mi
eyaculación en la boca de Carmen quien se tragó hasta la última gota.
Después de correrme, Héctor tomó mi lugar y Mohamed alternaba sus
envestidas entre el culo y el coño de Carmen. Ya lo había hecho varias
veces y su polla ya le calzaba de maravillas en ambos orificios. Al
parecer a Carmen le encantaba ser follada alternando penetraciones
anales con vaginales. Los gemidos de Vanessa y Pamela estimulaban a
Carmen. Entonces Mohamed, la me recostó de espadas en el piso, le
levanto las piernas por sobre sus hombros y la penetró analmente hasta
el fondo. Ella explotó y nos pidió a Héctor y a mí que pusiéramos
nuestras pollas en su boca mientras se corría.
Al
terminar Mohamed con Carmen vi que Isabel estaba de regreso. Tenía al
negro con ella, penetrándola por la vagina. Bea, aún caliente entonces
se abalanzó sobre Héctor pidiéndole que la folle. Cerca de ella, Camila
era duramente follada por el culo por el travesti y se retorcía entre
gemidos. Este la tenía con las manos apoyadas en el sillón y con el culo
lleno de polla. Lo mismo ocurría con Deborah y Yanina que eran
penetradas analmente por Javi y el chofer.
Yo
me acerqué a Isabel, ella chupaba arrodillada chupando la polla de
Moussa. Yo me eché boca arriba entre sus piernas. Ella las separó un
poco más para dejar que entrase su cabeza, y así pudiera chuparle el
coño y jugar con mis dedos en su culo. Estuve un rato haciéndolo, hasta
que conseguí meterle cuatro dedos. Entonces Moussa se acostó en el piso
boca arriba y ella fue a montarse sobre la polla de él. Por la fuerza y
velocidad con que ella se movía, la polla daba la impresión de un
pistón entrando y saliendo. Yo primero le lamí el ano y metí mi polla
por él, quedando Isabel ensartada por ambos lados. Las lágrimas se le
salían de los ojos, por el disfrute que le causaba para moverme con esas
dos trancas dentro ella. A esas alturas, Pilar estaba sentada sobre un
tipo que se encontraba en uno de los sillones y chupaba cualquier polla
que se le pusiera enfrente. Ella tomaba las vergas chupándoselas
consiguiendo que algunos se descargasen en su boca, su cara o en sus
tetas.
Después
de un rato se escuchó que Camila y Pamela conversaban animadamente.
Camila argumentaba que la argentinas eran las mejores entregando el
culo. Que disfrutaban muchísimos siendo enculadas. Que a pesar de no ser
una puta actriz porno podía comerse más pijas por el culo que Pamela.
Vanessa tercio en la discusión y sugirió que en lugar de seguir
discutiendo se pusieran a prueba. Hizo que las dos se hincaran en cuatro
patas, en un sillón de tres cuerpos que ahí había, y sus culos quedaron
a la vista. Se formaron dos colas de cuatro hombres cada uno que
simultáneamente las enculaban. Una vez que terminaban, dejaban su lugar
al que seguía en la fila. Solamente no se sumaron a la fila Mohamed, que
prefirió encular al travesti, el negro al que se lo llevo Bea y el
chofer que aún tenía la polla flácida después de dos corridas. Al
terminar la primera ronda, las dos mujeres seguían pidiendo más polla.
Ambas tenían sus culos bien dilatados después de la sería de enculadas,
pero estaban dispuestas a recibir más. Sin embargo, algunas de las otras
mujeres reclamaron pollas para ellas y se decidió suspender el juego.
Al
disgregarse nuestro grupo. Carmen decidió repetir con Mohamed junto con
su amiga Pilar. Los sentaron en un sillón y después de mamarlo
alternadamente se montaban sobre él y ensartaban la polla en sus coños.
Isabel había vuelto a las doble penetraciones con dos de mis amigos.
Vanessa y Pamela chupaban a Moussa. Después empezaron a jugar con sus
dedos en el culo de él hasta que lo penetraron con un consolador. Luego
lo hicieron sentar en el sillón y alternativamente lo follaban mientras
él le chupaba las tetas. Parecía que el negro disfrutaba follándose a
las dos hembras mientras estás le partían el culo. Bea por su parte
follaba al chofer y a un chico que le daba por el culo. A pesar de ser
la más mayor de todas las mujeres, sus grandes tetas y lo puta que era
hacía que nunca le faltasen machos. Mientras un chico chupaba las tetas y
mamaba la polla del travesti y un segundo lo enculaba. Camila y
Deborah, las dos hermanas hacían un 69, y su amiga Yanina, la más
pequeñita de todas las mujeres estaba frente a cuatro hombres que
queríamos hacerla nuestra. Ella se arrodilló y empezó a mamarnos. Héctor
se sentó en un sillón y le dijo, ven mi amor siéntate aquí, mostrándome
una polla bien parada. Ella muy obediente se sentó introduciendo en su
coñito la polla. Cuando estaba en esa posición me acerqué y ella se
metió mi polla en la boca. Los otros se pusieron al costado de Yanina y
ella agarró sus pollas, una con cada mano y comenzó a correrlas. Pronto
Héctor descargó su semen dentro del chocho y seguidamente yo me corrí
dentro de la boca. Entonces, uno a los Yanina había estado masturbando
la hizo poner en cuatro patas y le empezó a lengüetear el ano. Dejándola
en esa posición de perra, él se puso detrás de ella, le metió su polla
en el culo y empezó a bombear. Luego, el otro que había sido masturbado
se arrodilló frente a ella y le puso su polla en la boca. Así estuvieron
hasta que los dos se corrieron.
Cuando
terminamos Pamela y Vanessa estaban sentadas en un sillón con aires de
divas. Desde su sillón llamaron Mohamed y comenzaron a chuparle los
pezones y a toquetearlo. Una de ella se puso a lamerle el culo y a jugar
con sus dedos en él. Eso al more no le gusto demasiado, pero ellas lo
calentaban tanto que el no pida resistirse a lo que hacían. Al rato,
repetía su escena con Moussa. Mohamed tenía un vibrador en el culo y
ellas se montaban alternativamente sobre el dejando que les chupase las
tetas. El chofer, algo cansado, se dedicaba a contemplar el espectáculo.
En un rincón, Camila y Deborah follaban con Héctor y Javier. En otro,
el travesti follaba a Yanina, mientras recibía por el culo a Moussa.
Bea, su hija Carmen y Pilar, estaban las tres una al lado de la otra a
lo perra, recibiendo cada una de ellas una polla en su culo. Yo y dos
chicos más nos quedamos con Isabel. Ella estaba muy caliente, nosotros
la chupábamos y toqueteábamos para que se caliente aún más. En un
momento, un chico se acostó de espaldas en el piso y ella con ansias se
abalanzó sobre él. Comenzó a cabalgarlo y sus gritos se oían en todo el
salón. Ella estaba en trance cuando yo me acoplé por detrás. Le abrí el
culo con los dedos y se la metí hasta lo más profundo del culo. El
tercero se acercó a su boca y ella se puso a mamarlo desaforadamente.
Estaba al límite. Los tres nos corrimos dentro de ella, casi en
simultáneo y ella disfrutó de un orgasmo quedando casi desvanecida.
Habían
pasado varía horas desde el inició de la orgia de cumpleaños de Isabel.
Sin embargo, aquello no parecía decaer. Nos habíamos dado un respiro y
bebíamos tragos que habían preparado Camila, Deborah y Yanina. También
comíamos el resto de los aperitivos para recuperar fuerzas. Entonces,
Vanessa y Pamela se tumbaron juntas y sin más preámbulos, se pusieron a
comerse el coño la una a la otra, de tal forma que a mí se me hizo la
boca agua y mi polla no paraba de palpitar. Yo me acerqué con mi polla
tiesa y me coloqué entre ellas. Dos pares de manos agarraron con
maestría mi polla y dos lenguas empezaron a chuparme. Yo gemía y jadeaba
y ellas mamaban y se besaban, descargando lascivia en cada movimiento.
Entonces las mandé cambiar de postura y las puse con el culo en pompa.
Me las follé a las dos a intervalos, a ambas haciéndolas retorcerse.
Ello reinició la orgía, las dos actrices porno se garraron dos machos
cada una y para l goce de todos pidieron que les hagan una doble
penetración anal. Era increíble ver como cada una de ella se tragaba dos
pollas en simultáneo por el culo. Yo me limitaba a contemplar el
espectáculo. Los seis hombres que quedaban libres eran insuficientes
para las siete mujeres que quedaban. Entonces Yanina volvió a por el
travesti. Así las siete mujeres fueron folladas simultáneamente por el
culo. Mohamed y Moussa se encargaron de Isabel y Bea. Al rato las cosas
habían cambiado. Vanessa y Pamela descansaban y bebían unos margaritas.
Estoy había liberado a cuatro hombres para el resto de las mujeres. Yo y
Mohamed volvimos a Carmen. Yo me acosté en el suelo y Carmen se sentó
sobre mí, se la metí en su húmeda raja. De pronto ella gritó como puta
desenfrenada, y era porque Mohamed le había metido su anaconda en el
culo. Mientras yo me movía lentamente, Mohamed por el culo a 100 km/h.
Entonces vino Javi y le metió su polla en la boca, pero no funcionaba.
La polla se le salía de la boca con tanto grito. Entonces la jaló del
cabello para que la polla le entrara toda. Ella se atragantaba pero
comenzó a disfrutar del orgasmo de su vida, parecía que se iba a morir
del orgasmo. Entonces, todos las sacamos al mismo tiempo, y ella quedó
tirada en el sillón temblando, no podía hablar ni nada. De reojo pude
ver como Bea e Isabel le hacían una doble mamada a Moussa. Además,
Camila y Deborah eran penetradas doblemente. Ellas se besaban mientras
ellos cuatro se la metían lo más duro que podían. Luego de un rato uno
por uno empezaron a eyacular dentro ellas y ellas a gritar de placer.
Por su parte, Carmen estaba fuera de sí en el suelo, reclamando que la
volviésemos a penetrar.
Entonces
intervinieron Pamela y Vanesa. Le dijeron a Carmen que era una buena
puta, ninfómana insaciable. La pusieron de rodillas con la cabeza contra
el suelo y metieron un vibrador en su chocho. Luego le hicieron que
sacara culo y nos invitaron a encularla uno tras otro para satisfacerla.
Su amiga Pilar dijo que eso era una bestialidad que la lastimaríamos.
Dos chicos la se la llevaron con ellos y se encargaron de follársela
para que no incordiase. Yo me acerqué a Carmen y lentamente pero de
forma constante comencé a encularla. Al poco tiempo estaba toda dentro
de ella quien arañaba el suelo, gemía de placer. Yo aceleré más, ella
gritaba dolorida, hasta que minutos después, nos corrimos los dos,
inundé su culo, momentos después saqué mi polla. Todas las otras
mujeres, incluidas Pamela y Vanesa, y la travesti se dedicaban a mamar
las otras pollas para que estén listas para continuar con la enculada
masiva. Después de mi se acercó Héctor a Carmen y le preguntó – ¿Quieres
otra polla yegua? A lo que ella contestó – Quiero sentir la polla de
todos en mi culo. La excitación de los machos era tal que no lo dudaron.
Héctor se corrió en menos de 5 minutos. Lo mismo les ocurrió a varios
de los chicos. Los movimientos de las caderas y las nalgas de Carmen
ayudaban a que todos acabarán rápidamente. Los últimos en encularla
fueron Mohamed y Moussa. Metieron sus enormes pollas hasta el final.
Después de que pasáramos los nueve por el culo de Carmen, su culo empezó
a vomitar semen. Su ano estaba destrozado, abierto, enrojecido. Tras
esto, la tumbamos en un sillón y ella se quedó dormida acurrucada.
Una
vez terminamos con Carmen, Héctor cogió a Yanina de una brazo y le dijo
– Ahora te toca a ti, flacucha. Es hora de que destrocemos tu lindo
culito y goces como una perra. Entonces, Isabel interviene diciendo – Me
decepcionáis mariquitas. Se levanta y se coloca frente a nosotros. –
¿Me vais a decir que preferís ese culito flacucho al mío, que está
ansioso de ser follado? Entonces, nos dividimos en dos grupos y nos
ponemos a sodomizarlas con violencia y velocidad. Al lado de Yanina e
Isabel se coloca Bea, que solo consigue atraer a Mohamed. Moussa por su
parte prefería encular al travesti. Camila y Deborah se entretenían en
juegos lésbicos con Vanessa y Pamela. Pilar, estaba con Carmen algo
preocupada por el estado en que había quedado después de la múltiple
enculada. A Isabel y a Yanina le habían tocado cinco pollas por cabeza.
Las dos nos dejan hacer complaciente, e incluso meneando el culo. A
veces apretaban los dientes pues las embestidas les hacían doler. Sin
embargo, nos pedían que no parásemos. Así estuvimos algo más de media
hora. Cinco tres machos dedicados al ano de cada mujer, follándolo con
violencia e intercambiándose cada cierto tiempo. Al terminar, las dos
mujeres tienen su recto inundado de esperma. Las pobres no dan para más.
Yanina se va a un sillón y se duerme. Pero Isabel, se mantiene
aparentando estar entera y con aire lascivo.
Los
hombres también estábamos cansados y ya se notaba la claridad de las
primeras luces del día. Sin embargo, Camila, Deborah, Pamela y Vanessa
que se habían estado tortilleando estaban con ganas de follar y se
pusieron a mamarnos. Bea e Isabel se sumaron a ellas. Yo estaba con
Vanessa. La muy puta es una excelente mamadora. Además de la mía se
comía la polla del travesti. En un momento nos hizo dar vuelta y comenzó
a chuparnos el culo mientras nos masturbaba con las manos. Rápidamente
no penetró con dos vibradores. Después nos giró, acostó al travesti en
el suelo y se montó sobre la polla de ella. A mí me hizo ir por su
espalda y colocar mi polla en su esfínter. Yo se la metí de un golpe.
Me sentía confortable con esa cosa me estaba llenando el culo y
penetrándola a ella analmente. Me corrí dentro de ella. Su culo era
espectacular, a pesar de lo trajinado que estaba ella conseguía apretar
mi polla cerrando su esfínter. Mi polla quedaba tan bien calzada que no
se escapó ni una gota de mi semen de su culo. Después de acabar ella me
pidió que le sugiera dando hasta que ella se corriera. Después de llegar
ella al orgasmo, Vanessa me chupo la polla hasta volver a ponerla
enhiesta.
Al
mirar a los demás vi como Camila y Deborah eran folladas doblemente por
chicos que estaban parados. Al ser tan livianas, que las podían
sostener solamente con sus pollas. Los cuerpos de ellas por la fuerza de
gravedad se ensartaban tanto en las pollas que solamente dejaban ver
los huevos de los chicos. Así estuvieron por varios minutos, en dos
sándwiches sexuales exquisitos. Pamela por su parte practicaba un doble
anal con Héctor y Javi. Por su parte, el chofer se concentraba en
manosear el cuerpo de Bea mientras estas le hacia una cubana. Al mismo
tiempo, ella estaba sentada sobre Moussa, con la polla de este dentro de
su culo. Isabel por su parte estaba a lo perra mamado una polla y
comiéndose la polla de Mohamed por el culo. El moro gritaba – tómala,
tómala toda puta. Isabel disfrutaba e l enculada y se movía intensamente
para hacerlo gozar a él. Al terminar Mohamed yo tomé su lugar. El ano
de estaba ya muy dilatado, las gotas de semen de las anteriores
enculadas lo inundaban y choreaban por su entrepierna. Al cabo de varios
minutos gozando así, ella se zafó, me tumbó en el piso y se montó sobre
mi polla y pidió que alguien se la metiese por el culo. Así fue y ella
llegó de esa forma a un nuevo orgasmo.
Ya
era casi de día, y a cada vez quedaba menos gente en pie. Camila y
Deborah se había retirado a descansar. El chofer y el travesti dormían.
Los chicos nos manteníamos en pie bebiendo bebidas energizante pero
éramos diez piltrafas. Isabel estaba fuera de sí. Por su cumpleaños
quería seguir follando, mostrar que podía más que ninguna. Incluso más
que las dos actrices porno. Entonces, volvió a tomar la iniciativa. Se
levantó y se acercó a mí, me besó y me cogió firmemente el pene, pasó la
mano por mis testículos. Yo estaba caliente de nuevo, le aparté las
manos y me tumbé en el piso. Se puso encima, pasé mis dedos por su
mojada rajita, y se metió mi pene, ella soltó un gemido. Inmediatamente
empezó a botar, quería sentir mi miembro dentro de ella, pero para mi
sorpresa, a los pocos saltos ya estaba corriéndose y gritando de placer.
Tras esto, me levanté, la lancé al suelo, ella cayó a cuatro patas, me
puse detrás y la penetré bruscamente por el coño, tras esto, empecé a
darle fuertemente, hincando profundamente mi polla. Ella tenía que hacer
fuerza con los brazos para no irse hacia delante, hasta que ella
nuevamente llegó a otro orgasmo, que coincidió con el mío.
Al
rato, se levantó, y caminó hacia Héctor, agarró su pene con la mano, y
se lo metió en la boca. Entonces, un chico se acercó a ella y se dedicó a
lamerla y a meterle levemente los dedos en el coño. Ella se sentó en la
polla de Héctor y volvió a botar, estuvo así hasta que nuevamente se
corrió, se quitó de encima y le pidió al tercer chico que la follase.
Mientras tanto, el resto no había perdido el tiempo. Bea estaba tumbada
boca arriba, y era follada por un chico. Vanessa y Pamela se tragaban
por el culo cada otra polla mientras mamaban a Mohamed y Moussa
respectivamente. Entonces Bea hizo algo nuevo. Se puso en cuclillas y
recogió con su mano parte del semen que salía de su culo y de su coño.
Luego se lo esparció por el pecho, tas lo cual se lamió el dedo anular y
empezó a introducírselo por el ano, hasta que se lo metió hasta el
fondo. Lo dejó dentro unos minutos, después se lo sacó y se puso a
cuatro patas. Llamó a un chico, le chupó un poco la polla y le pido que
la enculara. Este lo hizo bruscamente. Ella soltaba en cada movimiento
grandes alaridos y disfrutaba fuera de sí. Después descansó unos
minutos. Vanessa y Pamela se acercaron a ella. Llamarón a Moussa le
chuparon la polla y le dijeron que se tumbe. Cuando lo hizo, ordenaron a
Isabel que se siente encima de él y se la meta en el coño. Entonces
llamaron al moro, lo mamaron hasta pararle la polla e hicieron que
penetrase analmente a Isabel. La polla de Mohamed entra con violencia y
parce que destroza el recto de Isabel. Ella vuelve a gritar de dolor y
placer. Durante más de un cuarto de hora, ambos hombres no cesan en su
empeño de infringirla dolor y placer hasta que consiguen que ella se
corra entre jadeos y gritos de placer. Al mismo tiempo el negro se corre
también. Él e Isabel entonces se quedan quietos tras terminar, pero el
enculador no pierde el ritmo y continúa hasta correrse dentro del recto
de Isabel.
Los
tres cuerpos se separan y Vanessa le dice a Isabel – Ahora vas a saber
lo que es una buena enculada. Isabel mira algo extrañada. Vanessa y
Pamela llevan a Isabel a un taburete. La colocan sobre dejando el culo
bien expuesto, con las piernas por ambos lados del taburete y con las
manos detrás de la cabeza atadas fuertemente con unas medias de mujer.
Con otra media le amordazaron la boca. Entonces hacen que un chico se
coloqué detrás de ella y la embista por el culo sin mediar palabra,
comenzando a follarla sin piedad. Isabel apenas puede moverse. Así es
sodomizada por cada uno de nosotros una vez más. Totalmente inmovilizada
nos corremos dentro de ella inundando de nuevo el recto. Entonces,
Vanessa y Pamela nos hacen alejarnos de Isabel. Isabel, esta extenuada y
algo asustada. Pregunta que le van a hacer y no obtiene respuesta. A
Isabel le preocupa haber perdido el control de la situación. Pero sale
de dudas cuando Vanessa se acerca a ella y le dice – Ahora vas a tener
lo que buscabas. Te voy a ensartar con mi brazo hasta tus entrañas.
Agarra sus dedos y primero los mete en el coño de Isabel. Los saca y
están empapados de esperma y de los jugos de la vagina de Isabel. Luego
mete cuatro dedos en el culo de Isabel. Así dilata el culo de Isabel.
Sonia intenta gritar y desligarse sin éxito. Pero Pamela la sujeta. La
situación ha cambiado de forma muy radical. Isabel se ha convertido en
la esclava de las dos actrices porno. Los que seguimos en pie solo
atinamos a mirar extasiados por lo que vemos. Vanessa continua
trabajando en el culo de Isabel, ya ha metido su mano completa. Entonces
la retira. Cierra el puño y penetra a Isabel de golpe con su puño,
ensanchando el esfínter al máximo y robando un par de lágrimas de dolor
de los ojos de Isabel, que, sin poder gritar se limita a intentar
moverse para zafarse. No lo consigue y siente como, sin remisión,
aquello le dilata el ano como nunca antes lo había sentido. Al llegar a
la mitad del antebrazo, Vanessa se detiene. – ¿Verdad que esto es lo que
querías, guarra? – le increpa a Isabel al tiempo que sigue
profundizando hasta meter su brazo casi hasta el codo. Isabel no
disimula el gesto de dolor mientras siente como aquello el brazo de
Vanessa entra y sale cada vez con más ligereza de su culo. Sin duda el
esfínter no da más de sí pero cede lo suficiente. Tras unos
interminables minutos, Vanessa introduce su otro brazo por el coño de
Isabel. La folla con ganas con ambos brazos metiéndolos y sacándolos
del recto y la vagina. Parece que la situación excita bastante a
Vanessa y Pamela. Después de un rato Vanessa retira sus dos brazos de
golpe y deja a Isabel sufriendo temblores como una epiléptica. .-
¿Verdad que te ha gustado puta? ¿Es esto lo que querías? – Pregunta
Vanessa con aire socarrón. Isabel que si con la cabeza y con los ojos
encharcados en lágrimas. Entonces Vanessa le libera la boca y hace que
Isabel le limpie con su lengua los dedos de la mano derecha que están
llenos de mierda. Cuando termina le dice de forma compasiva, ahora te
dejaremos que le hagas una buena mamada al moro y al negro y te dejamos
en paz mientras nosotras dos nos divertimos con los machos que aún
quedan. Isabel responde afirmativamente con la cabeza ya que no tiene
fuerzas para otra cosa. Entonces la trasladan a un sillón y sin más
explicaciones, el negro mete su polla hasta los huevos en la boca de
Isabel. Esta entre arcadas se esmera en hacerlo lo mejor que puede. Tras
unos minutos consigue que el negro se corra llenando su boca de leche.
Ella traga como puede y se dispone a recibir la segunda polla en la
boca. Ésta, al ser más gruesa entra menos, pero del mismo modo se emplea
a fondo para que se corra el moro. Tras bastantes minutos lo consigue,
recibiendo de nuevo en su boca un par de descargas de leche que traga.
Ambos hombres se separan de ella y ella queda sola en situación,
completamente exhausta, inerme, y desamparada.
Por
su parte, Vanesa y Pamela solo tuvieron que decirnos, chicos vengan a
follarnos. Las dos en simultaneo de metieron un vibrador en sus coños y
se llevaron cada una a cuatro de nosotros. Las dos se pusieron en cuatro
patas como perras y nos pidieron que las penetremos analmente.
Comenzaron dos chicos. Mientras eran penetradas ellas rotaban las
caderas acompasadamente. El resto nos pusimos en fila esperando nuestros
turnos más que calientes. Entonces, reaparecieron Moussa y Mohamed y le
pidieron a Pamela y Vanessa que se las chupen. Antes de que terminen su
petición las pollas ya estaban entre los labios de ellas. La primera
pareja de chicos se corrió dentro de sus culos. Con gran destreza el
resto de nosotros procedimos a hacer relevos. Javi y yo fuimos la cuarta
pareja en encargarnos de los culos de Vanessa y Pamela. La cincuentona y
al cuarentona eran realmente buenas follando y sus culo eran más que
apetecibles a pesar de sus edades. Al final, las dos mujeres llegaron al
orgasmo y el negro y el moro eyacularon en las bocas de ellas, quienes a
pesar de nuestro cansancio consiguieron que nos comportásemos como unos
sementales y nos dieron un servicio de primera dejándonos absolutamente
satisfechos. Ellas por su parte, estaban felices y listas para
marcharse. Habían pasado una noche de lujuria y se llevaban 2000 euros
cada una en su cartera. Antes de marcharse, Pamela y Vanessa pasaron a
saludar a Isabel. Le dieron un beso de lengua en la boca y la dejaron de
regalo sus dos vibradores dentro del culo y la vagina. Isabel sin
fuerzas solo esbozo una sonrisa de aprobación.
Ya
de mañana todos nos fuimos marchando. Varias de las mujeres por la
forma de caminar claramente evidenciaban que tenían escozor y molestias
anales. Una de las que más lo evidenciaba era Carmen. En un futuro
encuentro con Bea, esta nos contó que por un tiempo su hija estuvo con
problemas de incontinencia anal. Sin embargo, nos contó que le gustaría
repetir la experiencia. La que llevaba las peores consecuencias era
Isabel. Casi no podía caminar y tenía fiebre, por lo cual se quedó en
casa de Bea. Le tomó más de una semana moverse con comodidad. Sin
embargo, quedó completamente feliz por su fiesta de cumpleaños
elucubrando planes para su 42 cumpleaños.
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