Mi eterno amante, el consolador, llenaba mi vagina, a un ritmo tremendo
lo iba moviendo con la desesperacion de sentirme totalmente invadida por
un orgasmo, que complaciera mi deseo.
A los treinta años en esa
hermosa tarde veraniega, desde la terraza de la casa, ver el paisaje
tranquilizante a la lejania, lleno mi mente de recuerdos, saturados de
deseos, de ansiedad, pensando en aquella primera vez, en que a mis 17
años, descubri la auto satisfaccion. Como madre soltera, habia
encontrado en mis tiempos de abstinencia sexual, un gran compañero, que
llenaba mis horas de intenso deseo, mi amigo inseparable, mi consolador.
Tenia que ordenar algunas cosas en la casa, asi que sali de mis
pensamientos y me puse a trabajar, poco logre pues mi mente me
traicionaba y me hacia recordar a aquel, hombre que conoci en uno de mis
viajes de trabajo, que lleno mis horas de soledad y que supo lograr que
mi cuerpo se entregara vencido al amor, olvidando en una gaveta a mi
eterno compañero.
Haciendo un esfuerzo, logre terminar mis labores
caseras, y me tumbe en la cama, una cama grande, como siempre me gusto, y
como no lograba conciliar el sueño, y me sentia excitada, busque mi
consolador, y comence a mojarlo con mi saliva, mientras me pellizcaba un
pezon. De pronto escuche un ruido, lo que me hizo sobresaltar, en la
habitacion de mi hijo, que se encontraba junto a la mia habia luz, asi
que encamine mis pasos hacia alli, tenia la puerta abierta, estaba en su
escritorio frente a su PC, al verme se sobresalto. Le pregunte que
hacia y el todo apenado, y nervioso, tratando de ocultar su ereccion,
dijo investigando para un trabajo del colegio, mi hijo tenia 17 años y
estaba en el ultimo año de secundaria.
Le pregunte si podia
ayudarlo con su tarea, pero confundido y nervioso, me dijo no mama, ya
estaba terminando. Fue entonces que le dije si ya veo que estabas por
terminar, y sin poder aguantarme toque su entrepierna, y le dije hijo,
no hay porque sentirse avergonzado por una masturbacion, pero lo que si
no esta nada bien, es que pierdas horas importantes de sueño, anda ve a
acostarte y descansa, pero antes ve al baño y trata de arreglar ese
asunto, guiñandole un ojo, sali de la habitacion, mucho mas excitada que
antes, pues pensar en aquel cuerpo joven, buscando satisfaccion, me
hizo emprender rapidamente a lo que habia quedado pendiente en mi
habitacion.
Me desnude apenas entre, el haber sorprendido a mi hijo
excitado, hizo que mi entrepierna se mojara, asi que me sente al borde
de la cama, trepe una de mis piernas en el borde y ensalivando a mi
amiguito, poco a poco, con una lentitud que me fue poniendo mucho mas
caliente, me lo fui introduciendo todo. Una vez adentro, inicie un mete y
saca que fue poniendo mi sangre aun mas caliente, y sonrei, al recordar
la cara de satisfaccion de mi hijo, gozando plenamente de mis jueguitos
amorosos.
Fue entonces que recorde aquella maravillosa mañana en
que el encargado de limpiar la piscina, me hizo suya, y sin dejar de
meterme el consolador, llegue a un tremendo orgasmo, que hizo temblar
todo mi ser. Juan, que asi se llama el encargado de la piscina de mi
casa, aquel dia, despues de una previa de jueguitos de mi parte, me
condujo a el cuartito donde el se cambia y guarda los aparatos que usa,
en donde hay una camita pequeña en caso de que tuviera que quedarse
hasta el otro dia, y ya ahi, comenzo a besarme los labios y a
acariciarme los pechos sobre el bañador, pues estaba yo tomando el sol.
Despues de un rato, me lo quito, he introdujo en mi conchita, dos dedos,
que fueron lubricando mas mi vagina, haciendo que mi cuerpo temblara
debajo de el suyo. Con sus dedos aun dentro de mi cuerpo, me dio vuelta y
levanto mi trasero, y sacandolos, paso a reemplazarlos, su hermoso y
gran pene. Juan me hizo un trabajo fenomenal, no dejo orificio sin
visitar, y me lleno de sus jugos que junto a los mios impregnaron el
cuartito de un olor a sexo, que haria enloquecer a muchos.
Mientras
tanto mi eterno amante, el consolador, llenaba mi vagina a un ritmo
tremendo lo iba moviendo con la desesperacion de sentirme totalmente
invadida por un orgasmo, que complaciera mi deseo. Mis flujos comenzaron
a bajar por la parte interior de mis muslos, mientras mi amiguito,
entraba hasta el topo en mi vagina, yo cerraba las piernas, para despues
abrirlas y acariciar mi clitoris, esto hizo que todo ese placer inmenso
que estaba sintiendo, se desbordara en un intenso orgasmo, que me hizo
lanzar tanto flujo, haciendo salir rapidamente de mi interior a el
consolador, empapado de mis jugos, mientras yo me contorsionaba sobre la
cama de tanto placer.
Una vez que recupere mis fuerzas, me
levante, fui al baño, me meti debajo de el rocio tibio del agua
reparadora, pero mi cuerpo, mis sentidos estaban demasiados excitados y
solo logre iniciar una nueva sesion que culmino en mi cama, junto al
amante mas extraordinario que he tenido hasta ahora.
Mi amante,mi amigo y mi compañero todos me follaron el culo
Posteado en 69 , Beso Negro , Jovencitas , Orgias , Sexo Anal , Trio en por Esperanza
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