Cuando todavía vivíamos en Neuquen ; fuimos invitados
durante un verano a pasar un fin de semana con nuestros suegros en una
estancia de campo que habían alquilado.
Ellos insistieron en la invitación porque había lugar para todos…
Llegamos al lugar el viernes en la tarde y cenamos frugalmente.pidió a mi marido si podía llevarla
hasta la ciudad, que quedaba a unos cuantos kilómetros de distancia,
diciendo que el auto de mi suegrono funcionaba.
Apenas salieron, me dispuse a tomar sol en una enorme piscina que había
detrás del casco de la estancia. Para ello estrené una flamante bikini
recién comprada, que en realidad era apenas un hilo dental…
La delgada tira de tela apenas cubría mi pubis bien depilado y por
detrás casi no llegaba a ocultar la entrada anal entre mis cachetes.
Mi suegro me lleno el culo con su semen hirviente
Posteado en Beso Negro , Confesiones , Sexo Anal , Suegros en por Esperanza
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