A las cubanas les gusta el sexo anal

Hace cuatro años tuve la oportunidad de viajar a cuba, más
preciso a Varadero, debía de hacer un reconocimiento de los hoteles que
contrataría la agencia de turismo donde trabajo, aquí en Argentina.
Aprovecho para describirme: Soy un hombre de 45 años,
delgado, de 183cm. de estatura, cabellos rubios, ojos celestes tirando a verdes.
Al llegar a Varadero, nos recibió una comisión del ministerio
de turismo, como era hora de almuerzo nos agasajaron en el restaurante de uno de
los hoteles, entre los miembros de la comisión había una mujer mulata de raza,
alta, de piel y cabellos negros, ojos color café, un cuerpo exquisito, que debió
tener por lo que vi unos 32 años, luego supe que en realidad tenia 37, que con
lo que me atraen las mujeres negras por lo exóticas que son, no paro de llamar
mi atención. Luego de terminado el almuerzo, ¿cual fue mi sorpresa? la que debía
acompañarme a conocer los hoteles era nada más ni nada menos que Adela, así se
llama esta fantástica mujer.

Después de nuestras presentaciones de rigor, en las cuales le
di mi nombre, Omar y mis otros datos personales. Nos tomamos un taxi y empezamos
a recorrer los distintos hoteles, debo confesarles que cuando viajábamos en el
taxi, se me iban los por verle sus hermosas piernas ya que llevaba una pollera
corta que dejaba ver sus negras y preciosas piernas, conversábamos de las
bondades de los distintos hoteles y demás temas banales, ese día termino así yo
me dirigí a mi hotel y ella a su casa.

Al día siguiente comenzamos temprano ya que tendríamos que
conocer unas cabañas que estaban en la playa y esto nos demoraría mas,
conversamos de los mismos temas que el día anterior, hasta que yo rompí el hielo
y le hable de Fidel, el che y la revolución, ella me comento que, por el che
ella admiraba mucho a los argentinos y ponía como contra ejemplo lo de su ex
pareja que se había escapado a Miami, entonces le comente es un gusano, con una
sonrisa me dijo que si, yo con la noticia que me daba de que no tenia pareja y
de que admiraba a los argentinos me puso realmente a mil, aproveche para decirle
yo admiraba a los cubanos y su revolución y en especial a las cubanas. Seguimos
charlando mas animosamente hasta que la invite a almorzar juntos, ella acepto y
después del almuerzo, me invita a ir a la playa, pasamos la tarde muy
animadamente conversamos y nos fuimos conociendo más.

Ya por la noche decidimos ir a bailar salsa a un local
bailable, después de haber bebido ambos unos mojitos, nos pusimos a bailar,
hasta que llego un tema lento, y comenzamos a decirnos cosas muy románticas,
llegado un momento le susurre en el oído; –Sabes tengo ganas de ti-sin tardar
ella me contesto; -yo también- yo le di un beso muy apasionado y la invite a mi
hotel, ella aceptó.

Salimos de allí y nos dirigimos al hotel, le dije al conserje
que era una amiga y nos dejo pasar, ni bien entramos en la habitación, nos
comenzamos a besar apasionadamente, nuestras lenguas se entrecruzaron se
enredaban y se volvían a desenredar, yo le mordisqueaba el lóbulo de su oreja y
ella daba gemidos, mientras me tocaba mi pene a través del pantalón, luego nos
desnudamos los dos, ella se acostó boca abajo en la cama y yo le acariciaba toda
su espalda hasta llegar a sus pies, luego le daba pequeñas lamidas por todo su
cuerpo ella estaba excitadísima, cuando se dio vuelta le comencé a chupar sus
negros hermosos y erguidos pezones, seguí por su abdomen hasta su monte de
venus, le acaricie la vulva con los dedos y con mi lengua comencé a succionarle
el clítoris, gemía cada vez mas rápido y me decía ...seguí... seguí...., hasta
que estallo en un orgasmo indescriptible. Yo no aguantaba mas hice que se
pusiera en posición de perrito y le penetre la vagina por detrás, di cuatro o
cinco estocadas y acabe dentro de ella.

Yo tenía mas ganas y ella también, seguí dando lengua a su
clítoris, ella no quiso ser menos, entonces se giro sobre mi y quedamos en un 69
bebiéndonos los jugos de nuestro amor, yo el que quedo en su vulva y ella el de
mi miembro, nos excitamos los dos nuevamente, yo me coloque de espaldas sobre la
cama con el miembro erecto nuevamente apuntado el techo, ella me monto y comenzó
a cabalgarme muy rápidamente hasta estallar en un nuevo orgasmo, después se
quedo quieta, yo no había acabado todavía, ella comenzó a menearse nuevamente,
al principio lentamente y después cada ves mas rápido, dando gemidos de placer
me dijo "Aguanta que ya me vengo de nuevo", yo que debido a que era mi segunda
acabada pude esperarla, pero no se hizo tardar y estallamos en un maravilloso
orgasmo simultaneo, cansados nos quedamos dormidos, por un lapsus y después
seguimos toda la noche haciendo el amor.

Luego yo volví a Argentina y no vi mas a Adela, pero de ella
tengo un recuerdo excitantemente y exótico que nunca olvidaré.-

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