Había una fiesta en la colonia
donde vivo e iba a asistir un chico, el cual me gustaba, pero no tenía
cómo ir. Entonces mi hermana me acompañaría, lamentablemente tuvo una
fuerte gripa y entonces me acompañó una amiga de ella, la cual tenía 24 o
25 años.
Yo me puse muy guapa, con una faldita corta y una blusa entallada, para
que resaltaran mis senos (de buen tamaño) y así nos fuimos, ella se
llama Marcela.
La famosa fiesta fue un fiasco, muy aburrida, con una bola de escuincles
ebrios, Marcela me hizo una seña que saliéramos a su coche, y así fue,
nos subimos y decidimos esperar a mi amigo, y desde ahí lo veríamos
llegar. Yo me sentían preocupada por haberla llevado a ese fiasco de
fiesta, pero ella, sin que yo me diera cuenta, se había robado una
botella de tequila de la fiesta y nos reimos mucho.
Evidentemente como hacía frío, nos tomamos unos tragos, empezamos a
platicar, yo sólo había tenido relaciones con dos de mis exnovios,
hablamos mucho de eso, ella me dio a notar mucha experiencia.
Después de
un rato y con la excitación de la plática, se me acercó y me empezó a
acariciar las piernas, yo no me opuse, sentí rico y decidí hacerme la
borracha (que ni era tanto), pero entre trago y trago, poco a poco fui
abriendo las piernas, también le acaricie sus piernas, aunque ella tenía
pantalones y no sentí nada....
Me empesó a besar el cuello, luego los oídos. Como lloviznaba, los
vidrios estaban empañados, no había posibilidad de que nos vieran,
empecé a sentir sus besos, no era la primera vez que besaba a una mujer,
pues en la prepa jugando a la botella con amigas, así eran los
castigos, pero esta vez sentí sus labios, su respiración, poco a poco su
lengua, y yo le di la mía, correspondiendo a sus besos. Ella se notaba
muy exitada con mis caricias, yo sin darme cuenta movía mis caderas. Su
mano estaba ya sobre mis pantaletas, me sentía húmeda, me pidió que me
las quitara. Interrumpimos un rato, hablamos, de que las dos estábamos
solas, que no teníamos pareja, et...
Yo me decidí, tomé otro par de tragos grandes de la botella para darme
ánimos, me quité las pantaletas y me entregué a ella. Ahora yo la
besaba, ella me acariciaba, sus dedos me masturbaban, yo estaba
empapada, se abrió la blusa y besé su pecho, me estorbaba el brasier;
sentí cómo sus dedos me acariciaban, me entraban con delicadeza, nunca
me había pasado eso con mis exnovios, eran atrabancados y bruscos. Sentí
un orgasmo riquísimo, yo estaba totalmente entregada a ella. Nos
quedamos un rato largo sin decir nada, ella siguió con su mano sobre mi
pubis, mi cara recargada en su pecho... ese fue el primer encuentro
lleno de espontaniedad, seducción, placer...
Juramos que nos volveríamos a ver para estar juntas, yo la sentí
inconforme, porque ella no sintió el orgasmo
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