Hola, la historia que les voy a contar sucedió hace poco, y todavía me perturba bastante.
Para empezar quisiera informarles que soy un hombre casado, con dos hijas y un matrimonio bastante normal, feliz, sin mayores inconvenientes. Tanto mi esposa como yo estamos dedicados al trabajo y a la familia.
Una tarde, Kelly, mi esposa, me indica que se encuentra bastante estresada del trabajo y que la rutina la está matando. Me dice que Mario y su esposa Rita tienen una pequeña reunión y que nos invitaron. Lógicamente le dije que sí, que estaría bueno salirnos de la rutina, y unos tragos no estarían nada mal.
Kelly se arregla bastante bien, no está muy buena, pero tienes una tetas grandes y su cadera es ancha. Se depiló y se puso un vestido muy ajustado y con un buen escote. Dijo que así se sentía adulta y liberada. Le dije que estaba bien y que disfrutáramos.