Mi nombre es Pilar, y esta es una historia personal que
me encantaría compartirla, ya que la otra parte que comparte esta
historia por recato y resquemores familiares prefiere no hacerlo.
Tengo 63 años, casada hace 35 años, con 4 hijos, 3 mujeres, un varón y
una nieta de mi única hija casada, la mayor. Me describiré diciendo que
soy una mujer bastante alta, 178 cm. , unos 75 kilos, algo rellenita, de
piel blanca, cabello lacio llovido, hace años que prefiero llevarlo
tipo melena al hombro, me considero una mujer elegante, inteligente,
católica, conservadora, soy licenciada y aún ejerzo .
Esta historia ocurrió en enero del 2006, por distintos motivos
personales decidí hacer un viaje a Luján, provincia de buenos aires, mi
familia consciente de mi deseo de hacer dicho viaje, me alentó a
hacerlo, uno de los motivos que me llevaba a hacer dicho viaje era
compartirlo con alguien que viviera de manera parecida la experiencia,
por motivos de tiempo, laborales y de estudio, ni mis hijos, ni mi
marido podían acompañarme, fue idea de mi hija mayor que el compañero de
este viaje fuera su esposo, mi yerno Javier.
Javier además de ser una excelente persona, inteligente y apuesto,
compartía conmigo la misma inquietud de este viaje, en esa fecha Javier
tenía 37 años y llevaba ya 6 años casado con mi hija mayor, regalándome
una hermosa nieta, físico atlético, 180cm. De unos 76 kilos, hace
deportes.
El viaje sería de unos 5 días, partimos un miércoles de noche llegando a
retiro el jueves en la mañana, para volver el sábado en la noche
llegando a casa el domingo en la mañana. El viaje de ida fue de lo más
normal, fuimos conversando casi toda la noche hasta la hora dela cena,
luego miramos una película de esas que ponen en los autobuses de larga
distancia, ya llegadas las 2 am decidimos dormir lo que quedara del
viaje. Llegamos a las 7 am a retiro, donde trasbordamos con otro autobús
que nos llevaría a Luján, llegamos a Luján a las 9 am, en la terminal
tomamos un remise hasta un hotel, que nos recomendó el mismo remisero,
entramos al hotel y Javier pidió una habitación para 3 días, la
recepcionista tomo nuestros datos y entregándonos la llave nos indico
cual era la habitación. Llegamos a la habitación correspondiente, y
cuando entramos, oh sorpresa!!, la habitación solo tenia cama
matrimonial, mi reclamo fue espontaneo, dije a Javier, “Javier, solo
tiene cama matrimonial, porque no pedimos una habitación con 2 camas
individuales?” a lo que Javier me respondió también asombrado, “seguro,
la chica pensó que éramos pareja y no se dio cuenta, voy a pedirle que
nos la cambie”.
Bajamos otra vez a la recepción e hicimos el reclamo correspondiente,
solicitando habitación con 2 camas individuales, a lo que la
recepcionista se disculpó diciéndonos que no le quedaban disponibles,
que lo sentía mucho, luego de sentir el desasosiego de pensar en buscar
otro hotel después de tan largo viaje y el calor que ya hacia, más andar
con las maletas de acá para allá, Javier me dice “no se, Pilar, nos
quedamos, igual yo duermo en el suelo o en algún sofá, así no te
incomoda” a lo que le respondí si pena alguna y aliviando la pena
colectiva, con la mejor sonrisa, “ si, tranquilo, si no te molesta
dormir conmigo, compartimos la cama, que va a pasar? Somos familia no?”
(riéndome), y así fue, hicimos uso de la misma habitación que nos habían
asignado. Entramos, nos acomodamos, acomodamos nuestra ropa, Javier
decidió ducharse ya que el calor y el ir y venir del problema de la
habitación lo tenía empapado en sudor.
Yo mientras tanto aproveché a ponerme ropa cómoda, para caminar
previniendo el calor también, cuando Javier salió del baño decidimos
hacer nuestra primera recorrida por la ciudad, recorriendo aquellos
lugares que nos llevaron de un principio allí, después de más de 3 horas
caminando decidimos almorzar en un restaurante cerca del hotel, luego
el calor se hizo intenso, decidimos volver al fresco del hotel y
descansar también del largo viaje, durmiendo una siesta, que nos
repusiera del cansancio acumulado para volver en la tarde noche a dar
otra recorrida. Sin resquemores fui al baño y me puse mi camisón de
satén habitual, Javier mientras veía la tv acostado, con el torso
desnudo y con una bermuda puesta, no parecía importarnos a ambos dormir
juntos en la misma cama, y así fue, gire para mi lado dejándolo seguir
viendo la tv y luego de un rato, ambos nos dormimos una buena siesta.
Siesta de la cual despertamos alrededor de las 7pm, ambos nos preparamos
a volver a recorrer aquella linda ciudad, antes de salir, Javier volvió
a ducharse lo cual seguí yo luego de él, y otra vez con ropa cómoda
volvimos a recorrer nuevos puntos de visita, llegada la noche decidimos
otra vez ,ir a cenar, esta vez a una pizzería muy pintoresca que
encontramos por el camino, nuestra primer gran charla se dio en la cena,
entre pizzas y cervezas, hablamos de todo un poco, de lo que nos estaba
pareciendo el viaje, de la vida, de nuestras vidas, de sus proyectos
futuros, y fue el momento de agradecerle sinceramente que me haya
acompañado a este viaje, que tan postergado y deseado lo tenia, a lo que
con total sinceridad de su parte también, me respondió que el
agradecido era él, por haberlo elegido como acompañante en un viaje que
él también quería hacer. Luego de la cena volvimos caminando y
continuando la amena charla hasta el hotel, fulminados de sueño ambos,
decidimos rendirnos al aire acondicionado de la habitación y dormir
hasta el otro día (viernes), que nos esperaba otras largas recorridas y
visitas a lugares típicos de la ciudad, antes de acostarnos Javier entre
miedo y vergüenza me pregunto “Pilar, te molesta que duerma de bóxers?
Porque el calor me hace traspirar muchísimo, si te molesta duermo de
bermudas, no me importa” a lo que respondí “si, si, quédate tranquilo
Javi, dormí cómodo, yo duermo de camisón porque es mi costumbre de toda
la vida, pero vos dormí también como quieras”, lo que no le dije hasta
ese momento era, que dormía de camisón pero sin ropa interior, ya que
molesta sobremanera para dormir, tampoco creo que él se dio cuenta de
tal estado.
Tal era el cansancio que ambos teníamos, que Javier no disfruto mucho de
la tv y enseguida quedo dormido, y aunque algo me desvele, cerca de la
1am también yo sucumbí al sueño, fue un largo día y era otro largo día
el que nos esperaba, sentí dormir profundo a Javier, hasta envidia me
dio ver dormir a alguien así, tan descansado, cerré los ojos y no
recuerdo más. Siendo casi las 6am me despierto llamada por la sed,
aquella visita a la pizzería me hacia pagar las consecuencias, casi
dormida y sin encender la luz, pude ver que ya amanecía, y que el día
estaba a 2 luces lo cual dejaba entrar por la ventana de la habitación
ese tenue reflejo de la aurora, reaccione que no dormía sola, siendo
cauta para beber algo y nos despertar a Javier , solo gire hacia él para
ver si lo había despertado con mis movimientos, cuando he allí mi gran
sorpresa!!! Javier además de seguir profundamente dormido, tenia una
erección brutal, de campeonato, su miembro había vencido el bóxer y
luego las sabanas, para mostrarse majestuosamente erguido. No me case
virgen, ni mi marido fue mi primer hombre, así que podía compararlo,
pero jamás había visto un miembro masculino de tales dimensiones, debe
medirle unos 25cm, pero lo que mas asombraba era el grosor que ronda
entre los 12 o 14cm., mi reacción fue quedar absorta, admirada, pasmada,
ensimismada, si no estaba despierta aquel descubrimiento lo hizo.
No sabía que hacer, como obrar, como proceder, algo si era cierto, no
podía dejar de contemplar, de ver, de recorrer con los ojos a aquel
falo, lleno de venas henchidas, circuncidado, que mostraba un glande
pavoroso, brilloso como una manzana acaramelada, sentí vergüenza,
timidez, rubor, sofoco, sonrojo, corte, bochorno, retraimiento; mi yerno
estaba ahí a lado mío totalmente empalmado y con un miembro de
exhibición, perdí la noción del tiempo y el espacio, solo tenia la
máxima precaución de no ser descubierta por Javier, era muy fuerte
aquella situación, pero tenia su parte adictiva, no podía dejar de
verlo, sigilosamente me acercaba para observarlo más de cerca, hasta
llegue a acercar mi mano, no para tocarlo pero si para tener una escala
algo real de aquel tamaño, con este acercamiento pude detectar el calor
que rodeaba aquel miembro, más allá de que las relaciones con mi marido
hacían unos 20 años se había muerto para siempre y no habiendo otro
hombre en mi vida, no podía separar que el dueño de aquel monumento era
mi yerno, mi único yerno del cual nunca había tenido ningún indicio de
tal porte, mi hija y yo no hablamos nunca de estas cosas.
Así habré estado unos 20 minutos, sin poder dar crédito a mis ojos pero
si sintiendo un cosquilleo olvidado y recordado por esta curiosidad.
Todo hubiera transcurrido normalmente, si es que cabe la palabra, y no
hubiera pasado de allí, si es que Javier empezó a moverse como molesto
por el calor, quede , desconcertada, pasmada, sorprendida, sin saber que
hacer, cuando dormido aún dio un giro brusco hacia mi lado dejando
aquel falo, que no perdía su erección, apuntándome desafiante, sentí la
necesidad de no ser descubierta por Javier y con la mayor cautela, volví
a acostarme dándole la espalda a Javier y su dicha, no podía volver a
dormirme, me mataba la curiosidad, la ansiedad, la vergüenza, tanto que
se me cortaba la respiración, me sentía agitada, alterada, intranquila,
inquieta.
Totalmente obnubilada ya, sin darme cuenta, ni pretenderlo, me fui
subiendo el camisón hasta que me quedo a mitad de mis nalgas, y con la
mayor prudencia posible empecé a retroceder, solo con la intención de
rozar aquella maravilla de la naturaleza, tal fue mi suerte que cuando
logre mi cometido aquel falo estaba a la altura de la mitad exacta de
mis 2 nalgas, al sentir llegar a destino allí me quede quieta un buen
par de minutos, pude comprobar lo que intuyo mi mano, aquel miembro
ardía, quemaba, abrasaba; esta situación me hizo empezar a agitar más de
lo que ya estaba, me nublaba la razón, como consecuencia me sentía
humedecer después de años y años, no quería pero me enloquecía aquella
situación, me sentía una adolescente excitada, casi instintivamente con
toda la precaución del mundo, comencé a dar movimientos leves, muy leves
con mi cola, hacia arriba y hacia abajo, me moría de vergüenza de saber
que Javier podría despertarse y encontrarse aquel panorama, no sabia ni
podía intuir cual iba a ser su reacción, si así ocurría, pero la
vergüenza no detenía mi excitación. Así seguí dándole un leve y cauto,
pero satisfactorio para mi, masaje con mis nalgas a aquella enormidad,
esta situación me hacia mojar, chorrear, empapar tanto que ya sentía mis
flujos en los labios superiores de mi vagina.
Si no hubiera ocurrido lo que ocurrió, no tenia idea de como iba a
terminar aquello, solo sabia en ese momento, que me encantaba la
situación. Seguía en mi tarea, de autosatisfacción cuando sentí que
aquel miembro sin perder su llamativo vigor se deslizaba raja abajo y
empezó a atravesar entre mis muslos, que aun estaban unidos, quedando
prisionero entre mis piernas, totalmente pegado a mi encharcada vagina
sin penetrarla, quede pasmada, sorprendida, patidifusa, boquiabierta,
aquello no había sido casual, impensado, imprevisto, fortuito,
accidental, no quería girar mi cabeza, ni mirar a Javier, que estaría
pensando?, que diría?, que querría?, mi cabeza volaba pensando mil
preguntas y mil respuestas, quería que aquello terminara o fuera un
simple sueño, pero no, una mano recorrió por debajo de las sabanas,
levanto un poco más mi camisón, acaricio mi nalga derecha y fue bajando
lentamente por mi muslo hasta que dio la extensión de su brazo y volvió a
subir acariciando.
La situación, era excitante a la vez que incomoda, el miedo de hallarme
totalmente descubierta me dejo tiesa, sin movimiento ni respuesta, así
hasta que la misma mano que me acariciaba nalga y muslo dejo de hacerlo
para agarrar aquel miembraso y dirigirlo a mi vagina, cuando sentí aquel
apetitoso glande besar la puerta de mi hueco, fue cuando se me quito
toda inmovilidad, millones de sentimientos y complejos se me vinieron a
la mente, pero mi cuerpo no parecía estar de acuerdo, gire mi cabeza
bruscamente, lo mire e inmediatamente le solté “ahhhhgg (suspiro de
placer y sorpresa) ay, no, no!! Javi, por favor, esto no está bien” a lo
que me respondió sonriéndome y con el mayor desparpajo “claro que no
esta bien Pili” en ese mismo instante empezó a penetrarme aquel tótem
muy lentamente, abriéndose paso fácilmente por mi espectacular
lubricación, casi con medio glande dentro volvió a decirme “ahora si,
ahora si está bien” y volvió a reírse buscando mi complicidad, que la
encontró también en mis piernas que fui levantando para ayudar la
penetración, “Ay!! Javi, que ganas tengo, por favor, hace tanto que no
se lo que es un hombre, ni te digo con una verga como la tuya. Dame
placer, haceme tuya por favor” le dije. Mi vagina estaba en desuso hacia
años, pero estaba tan lubricada, que aquel tamaño no encontró mayor
resistencia, entraba y entraba, parecía no terminar más, hasta que toco
fondo en mi misma matriz, me sentía llena, completa, rebosante no cabía
más nada, quise comprobar cuanto tenia toda llena mi vagina, estirando
una mano hacia atrás, buscando su pelvis y pude sentir que no era todo
lo que tenia adentro mío, unos 3 dedos le sobraban a aquella maravilla
ardiente. Javi me daba un bombeo suave al salir y duro al entrar, lo que
me enloquecía, me hacia desear que no saliera y que volviera a entrar,
yo solo atinaba a dejarme, no quería importunarlo, ni interrumpirlo con
mi falta de práctica, mientras me daba mi merecido me besaba espalda,
hombro y brazo, con su mano derecha seguía en el dulce paseo entre mi
nalga y mi muslo, yo ardía, solo movía la cabeza hacia la almohada para
darle pequeños mordiscos para no gritar, Javi me susurraba al oído entre
beso y beso cosas como “Pili, no sabes como deseaba esto, siempre me
gustaste, desde que te vi por primera vez, no te imaginas que ganas te
tengo Pilar, que bien nos vamos a llevar de ahora en más”, mis tímidas
respuestas eran provocándolo “ Javi, como te puedo gustar si soy una
vieja?, soy tu suegra, nunca me imagine que te gustara” a lo que
respondía furiosamente con embates corporales y dulces susurros ,“ que
vas a ser vieja Pilar, sos un mujerón , no te voy a mentir sé que sos mi
suegra, no puedo decirte que te quiero, pero si que me calentaste desde
el primer momento, tengo miles de fantasías con vos”. Increíble!!!, mi
yerno, mi único yerno, fantaseaba conmigo hacia años y yo nunca me
percaté, era el hombre que después de 20 años me hacia retorcer de
placer en un hotel a kilómetros de mi casa, mi familia, mis valores y
mis creencias, quería que aquello durara horas pero el encanto, la falta
de atención y la buena performance de Javier me hicieron fallar en el
aguante, me recorrió una especie de electricidad desde mi vagina hasta
los dedos de los pies, desde mi nuca hasta mi esfínter, di 3 o 4
estertores y el más maravilloso orgasmo desde mi adolescencia me
invadió, quise gritar, balbucee, gemí, volvía una y otra vez a morder
aquella almohada, Javier me atesoraba con sus manos como tenazas
prendido de mi hombro y cadera, a cada estertor me daba un fuertísimo
embate, vi las estrellas, quería lamerlo, morderlo, besarlo, apretarlo,
comérmelo, pero solo pude atinar a tirar mi brazo hacia atrás y apretar
su duro glúteo hacia mí.
Javier parecía disfrutar como un niño con el juguete deseado, siguió en
su bombeo, ahora cada vez más duro y parejo, se venia en mí, sentí como
mi vagina con chorros casi interminables de semen se inundaba, haciendo
el sonido característico del encharcamiento vaginal, no paró, continuo y
continuo, hasta que me di vuelta para besarlo en la boca, se detuvo
solo para hundirme la lengua hasta mi garganta, saco aquella verga
humeante de mi vagina llena de semen y flujos, sentía como los chorros
de semen sobrante me recorrían vagina afuera espetando sonidos de aire y
liquido, estaba en el limbo, me sentía mujer otra vez, es más me había
sacado todo el recato y me sentía salvaje, sucia, fuera de las formas,
puerca, sin ningún sentimiento, solo sexo brutal y genial, me sentía una
puta feliz, usada y saciada. Entre besos y caricias decidí ir a
ducharme, ya en la ducha tocaba los líquidos, que aún salían de mi
vagina, los llevaba cerca de mi nariz para olerlos sintiendo aquel olor
que me enloquecía y me excitaba más, aquel olor que me había regalado mi
yerno, mi hombre, el hombre que me iba a hacer gozar después de tanto
tiempo en aquellos días lejos de todo.
Luego de la ducha volví a la cama a su lado, él sentado en la cama,
tapado con la sabana de la cintura hacia abajo, yo desnuda, me recibió
con una gran beso en la boca, que continuo por mi cuello buscando mis
pechos, mis pezones parecían saber la intención ya que se endurecieron
tanto que me dolían, dolor que solo aliviaba la palma de la lengua de
Javier cuando jugaba con ellos o los introducía en su boca para
morderlos con los labios, demás esta decir que estaba envuelta en llamas
otra vez, otra vez empecé a sentir una humedad abundante en mi
interior, sus dedos pronto lo descubrieron, como mi mano descubrió su
enorme nueva erección , continuando entre besos y caricias, comencé a
masturbarlo, Javier gemía, fue cuando me pregunto pidiéndome “Pilar eso
mismo podrías hacerlo con la boca?”, una sonrisa compartimos, me recogí
el pelo y fui acercándome lentamente hacia aquel obelisco de carne, pude
volver a sentir aquel olor de la ducha, ese olor a macho a semental en
celo que me mojaba cada vez más, le di un dulce beso en el glande, lo
mire a los ojos para comprobar su disfrute, saque mi lengua lo más que
pude y desde el tronco hacia arriba comencé a recorrerlo con mi lengua;
una confesión entre líneas desde adolescente me fascino dar sexo oral a
mi pareja ocasional es algo que me excita sobremanera; me apasiona
realmente además de ser algo que siempre me fue muy valorado por la
calidad, ni que hablar tener en mi boca aquella verga bestial, no solo
por el tiempo que hacia que no probaba un falo sino porque una belleza
así no vería en el resto de mi vida. Trataba de ser paciente y poder
recorrerlo todo con mi lengua, en realidad buscaba tiempo para imaginar
una forma de metérmelo en la boca y que le diera el placer que Javi
buscaba, recorrí vena a vena con mi lengua llegaba al glande y metía la
punta de mi lengua en el mismo orificio, le daba pequeños mordiscos que
tenían doble efecto a él le hacia gemir de placer y a mí me daba la
pauta de lo duro que aquella verga estaba, decidí ponerme lo más que
podía en mi boca, apenas podía un poco más allá del glande sin dar las
arcadas que me generaba que ese miembro tocara mi garganta, Javier
hervía y la excitación hacia que me hundiera su verga en embates cada
vez más profundos, que me ahogaban pero me calentaba más y más, en un
momento Javier estiro su mano para acariciar mi vagina, húmeda,
empapada, encharcada y me dijo “Pili, ahora yo voy a aliviarte esa
calentura” sin más se incorporo, yo lo seguí quedando sentada al borde
de la cama, no sabia que iba a hacer, me llevo a recostarme, dejando mis
piernas fuera de la cama y se puso en posición entre ellas para hacerme
un cunnilingus, a lo que intente frenar, diciendo “no Javi, no es
necesario que hagas eso”, Javier muy seguro me respondió “tranquila, es
algo que hace años quiero hacerte”, ese morbo de su fantasía conmigo me
hizo dejarme llevar.
Comenzó a besarme los pies, dedo por dedo, los lamia, los metía en su
boca y los chupaba siguió subiendo por el interior de mis piernas y
muslos, pasaba lentamente la lengua de arriba abajo, solo podía inclinar
mis piernas para apoyar mis pies en su espalda y así acelerar la
llegada de su boca a mi vagina, pero él se resistía excitándome
muchísimo la situación, llego hasta la puerta misma de mi hueco y con
toda la palma de su lengua lamio de abajo a arriba mis labios
exteriores, me retorcí de placer, él lamia mis jugos que ya salían de mi
interior, uso sus dedos para abrir mis labios y sentí aquella lengua
intrusa como me invadía en mis labios interiores y buscaba mi clítoris,
que lo sentía explotar, mis estertores lo desacomodaban en la búsqueda,
fue por eso que con las 2 manos separo bien mis piernas, luego con sus
dedos abrió bien mi vagina y arremetió con lengua y boca contra mi
clítoris, lo chupo, lo lamio, se lo ponía en la boca y jugueteaba con el
con su lengua, sentí que una tormenta me salía del cuerpo cuando con
mis 2 manos apreté desde su nuca contra mi a Javier, di un gran grito de
placer y me abandone, sentí un gran polvo salir de mi y que iba directo
a su boca, Javier nunca dejo de darme lengua, se afirmaba más e
introdujo un par de dedos en mi vagina, moviéndolos de afuera adentro,
era interminable, no paraba, era un derroche de placer que salía de mí,
quería restregar mi concha contra su boca furiosamente y así lo hacia,
Javier saliendo de aquel marasmo se incorporo arrodillándose entre mis
piernas delante de mí, apuntalándome su vergón en mi vagina y
diciéndome, “Pili, mi amor, llego la hora de la verdad” y comenzó a
introducirme otra vez aquella maravilla de la naturaleza, yo me sentía
en las nubes solo veía la forma que tomaban mis pies arqueándose del
placer que recorría todo mi cuerpo y le contesté “si Javi sos mi hombre,
mi macho, haceme lo que quieras, soy toda tuya, quiero morirme gozando
así”. Solo quería ver por encima de mi vientre como entraba en mí aquel
pedazo, Javier lo hacia demorar para darme más ganas sentía como las
paredes de mi vagina se hinchaban al paso de aquella verga, podía sentir
su dureza, su calor, mis flujos se hacían cada vez más abundantes,
Javier empezó a darme un bombeo cada vez más duro se escuchaba
sobremanera el golpeteo de su pelvis contra la mía, como pude con cada
mano tome mis piernas por detrás de las rodillas para así abrir más mi
concha y recibir más de aquella salvaje cogida, me estremecí arquee mis
espalda, lo agarre de la cintura, di un fuerte gemido y explote en un
brutal orgasmo, Javier me puso una mano en la boca, yo no paraba de
chupar todo lo que me ofrecía, dedos, mano, brazo , sentía unas ganas
locas de morderlo, de comérmelo, fuera de mí llegue a insultarlo, él se
reía y me daba más y más, esa performance me hizo venirme de nuevo, esta
vez fue tan fuerte que al llegar al orgasmo moví tanto mis piernas que
me fui hacia atrás sacando aquel vergón de mí. Javier me hizo poner de
costado y levantando mi pierna izquierda se monto a horcajadas sobre mi
pierna derecha, me la metió otra vez esta vez sin demora, me agarro de
mi muslo izquierdo y de la cintura y volvió a darme, parecía un poseso,
desencajado, traspirado, emanaba un olor que solo a él se lo sentí, el
olor de un macho satisfaciéndose de mí, mis manos no podían tocarlo y
eso me desesperaba, solo podía arañar las sabanas, cada pocos segundos
se detenía a mordisquearme los pezones y a darme lengüetazos en la boca,
hasta que decidió no hacer más esas paradas y a fijarse solo en el
bombeo, cada vez más seco y parejo, volví a insultarlo y me abandone en
estertores, era un orgasmo atrás del otro, grite, chille, tuve ganas de
llorar, otra vez lo insulte y quede rendida, solo tenia ganas de una
cosa, de verlo terminar entonces decidí y le dije, “Javi por favor,
quiero chupártelo otra vez” a lo que sin contestarme se arrodillo en la
cama, fui hacia él en 4 patas y empecé a chupárselo todo, como podía me
metía su verga en mi boca, lo lamí todo lo que pude y no lo que quise,
con su glande entre mis labios le pregunte “te gustaría?”, “que?” me
contesto, “acabarme en la boca?” volví a preguntarle, “claro mi amor” me
respondió, y empezó a serrucharme la boca, tomándome de la nuca, me la
hundía todo lo que podía en la garganta, mientras se estiraba para
acariciar mis nalgas, incluso se humedecía los dedos y jugaba con mis
esfínter, levantaba aquella verga y me metía cada uno de sus testículos
en la boca, los chupaba como caramelos, los sentía latir llenos de
semen, de semen que quería probar, pero no me dejo. De repente dio un
salto hacia afuera de la cama, quede confusa sin moverme, dio la vuelta
por detrás mío, yo seguía en 4 patas me abrió con sus manos las nalgas y
empezó a lamerme el ano, pasaba su lengua por toda mi raja, se detenía
en el orificio mismo, jugaba con la punta de su lengua e intentaba
meterla, hacia años que yo no tenia sexo anal, si no fuera por el pavor
que me daba aquella verga monumental, no me disgustaba la idea, estaba a
punto caramelo, entre su saliva y los fluidos de mis anteriores
orgasmos, mi cola estaba muy lubricada, me ponía eléctrica cuando lamia
mi periné y luego introducía lo más que podía su lengua en mi cola,
continuo así hasta que me derrumbe sobre la cama del gusto que me daba
aquella chupada exquisita, él se acostó sobre mí para seguir su labor,
yo mientras jugaba con mis pies con su verga y testículos, me fascinaba
sentir con mis pies su falo duro, estaba tan excitada y con tantas ganas
de probar su leche, que sin pensarlo le consulte, “mi amor , queres
metérmelo en mí cola?”, me contesto ”ahh Pili, es lo que más deseo en el
mundo, años, años que me enloquece tu culo, estas nalgas duras y
enormes, que ganas tengo Pilar”. Fue subiendo como estaba hasta quedar a
la altura, los 2 boca abajo, él sobre mí, me apuntalo su vergón en mi
cola y fue dejando que la presión de su peso fuera el que me introdujera
aquel enorme glande, la lubricación no parecía la necesaria, se levantó
rápidamente fue a la mesa de luz donde estaban mis cremas, agarro crema
humectante me la unto bien en mi agujero, hizo lo mismo con su verga y
volvió a apuntalarme, ahí si, ahí si sentí que mi ano empezaba a ceder,
un frio recorrió mi espalda desde la nuca hasta mis pies, como si una
navaja recorriera desde mi ano a mi vagina, que me desgarraba, grite de
dolor, decidí morder la sabana para no volver a gritar, ya el dolor se
mezclaba con placer, sentía ganas de irme de cuerpo pero también a la
vez como un vacio y su consecuente ganas de sentirme llena, cuando sentí
que ya había vencido mi esfínter aquella verga y que mis entrañas se
llenaban felizmente, Javier me dijo al oído “ya esta mi amor, lo peor ya
paso”, a lo que ingenuamente le pregunte “ya esta? Entró toda?”, Javier
quiso tranquilizarme pero logro lo contrario diciéndome “no mi vida,
casi la mitad”, “Casi la mitaaad!!!, me vas a matar, por favor Javi se
prudente, me encanta pero me asusta, nunca me metí algo así”, a lo que
Javier sonriendo ahora si me tranquilizo, “seria incapaz de darte dolor,
solo quiero verte gozar, cuando vos me lo pidas la saco” y así lo
alenté entonces “mmm, mi amor tranquilo, ya me relaje otra vez, ahora
que te quedaste con ella adentro y quieto, ya no siento dolor y me
calienta saber que estas disfrutando mi cola, me encanta que disfrutes
mi cola, que tan loco te vuelve”, estas palabras fueron como un
detonador de besos, caricias, apretones, mordisqueos y un dulce y suave
bombeo de Javier hacia mí, mi cola se ponía golosa y en cada
empelloncito se preparaba para él levantándose tímidamente, sin darme
cuenta el dolor se había borrado y solo sentía un placer celestial cada
vez que aquel pedazo del gran pedazo me invadía los intestinos, Javier
iba tomando confianza y seguro del placer que me estaba dando cada vez
me daba un poco más, yo lo notaba porque puntualmente volvía alguna gota
de dolor, pero decidí dejarlo ya y no intimidarlo otra vez ya que el
goce era mucho mayor que el dolor. Así estuvimos un buen rato, mientras
yo lamia sus manos él me besaba la oreja, el cuello, mis pies y piernas
envolvían los suyos por detrás, Javier se detenía unos segundos para que
mis entrañas se adaptaran todo lo que podían a aquel tamaño, sentía su
verga en mi culo como una brasa cada vez más caliente, hasta llegue a
sentir como latía, sus testículos que rozaban mis nalgas parecían
granadas a punto de explotar, yo sentía como mis flujos volvían a
aparecer en mi vagina de la excitación que me generaba aquella enculada y
cada vez mi cola lo desafiaba más empinándose a cada embestida, empecé a
gozar de una manera inédita para mi, quería aquella verga de una vez
por todas entera en mi interior, estaba tan caliente, que volví a
insultarlo y a desafiarlo a que me la metiera toda lo antes posible,
Javier perdió todas las formas dejo los besos se apoyo en sus brazos y
me la hundió hasta el fondo, quise llorar, chille, berree, patalee, lo
insulte, goce, al fin, al fin tenia toda aquella verga adentro mío, que
disfrute, que sensación, que goce, que placer inaudito, sentía partirme
en 2 y me encantaba, mis pezones parecían estallar, mi vulva estaba
mojadisíma e hinchadísima, mi cola exhumaba jugos que se mezclaban con
el sudor de nuestros cuerpos y la crema que nos lubrico, y ese olor me
volvía loca. Tenia la sensación de tener un corazón en mi cola de cómo
le latía la verga a Javier, me daba tan fuerte, como castigándome, el
chasquido de su pelvis en mis nalgas era estruendoso, su verga entraba
ya como cuchillo en la manteca, sentía tan próximo mi orgasmo, que tome
la decisión de incorporarme con la ayuda de mis brazos, venciendo el
peso de Javier, para quedar en 4 patas apoyada en mis antebrazos con
toda aquella maravillosa pija en mi cola, Javier ya estaba desencajado
por completo, me separo las piernas con las suyas, se afirmo en mis
caderas con sus manos, hundía los dedos en mis carmes y me asía como un
juguete contra él, era tanto el bombeo que sus bolas me enloquecían
cuando como latigazos chocaban contra mi vulva, con la voz agitadísima
me pidió “Pilar, Pili, háblame sucio, decime cosas cerdas”, detuve un
instante mi goce para sonriendo contestarle, “Javi, mi amor, quiero ser
tu puta, la más puta que te hayas cogido, siempre voy a ser tu putita,
me vas a coger como y cuando quieras” esto me recontracalento hasta mí,
años, pero años que no podía decirle esto a nadie, lo mejor era que a
Javier se lo estaba diciendo de verdad, tantas cosas invadían mi cabeza
en aquel momento maravilloso, que sentí por primera vez en mi vida un
orgasmo en mente, alma y cuerpo, una catarata salía entre mis piernas,
me empalaba aquella verga sola, cuando salía la apretaba con mis nalgas
como para no dejarla salir más, me incorpore del estallido en mi
interior, llevándome a adelantar mis piernas, quede arrodillada, con
Javier también arrodillado detrás mío y con aquel vergón ensartado hasta
el fondo, Javier no paraba, esta vez me agarro por los hombros me
inclino un poco hacia adelante, me apoye con mis manos en mis muslos y
sentí a Javier ponerse rígido cuando en mi interior sentí uno, dos, tres
latigazos interminables de su semen, y luego pequeñas acabadas también 3
o 4, que inundaron mi cola, me corrió un escalofrió por todo el cuerpo,
sentí hasta el cabello erizado y otra vez una catarata en mi vagina y
explote junto con Javier en otro orgasmo de sueño. Con un pacto
silencioso decidimos no sacar su verga de mi cola, nos besábamos y
acariciábamos, mientras iba bajando la erección y al mismo tiempo
saliendo poco a poco aquel miembrazo de mis entrañas, podía ver, lo
hinchado que lo tenia, humeante, rojo, con restos de sus semen y mis
heces. Camino a la ducha entre besos y caricias, no podía creer que me
había metido todo aquello, con menos excitación parecía imposible, que
aquel vergón había estado entero en mi cola, Javi se metió primero a la
ducha, yo preferí aliviar mi incontinencia en el wc, provocada por el
tamaño que tenia mi ano después de la faena que le había dado mi yerno,
era para mi un espectáculo ver como Javier mientras se duchaba se lo
enjabonaba, lo movía y lo masajeaba de forma muy sexy, mi mente se fue
poniendo monotemática, se me estaba fijando la idea de mamársela otra
vez pero hasta que explotara en mi boca y poder probar su sabor, quería
chupársela, saborearla, comérmela, me ponía inquieta conocer el sabor de
su semen. Decidí entrar en la ducha con Javi, me recibió con un largo
beso en la boca, que termino cuando encontró mis pechos con los pezones
erguidos, recordamos entre risas cuando mi marido se oponía al noviazgo
con mi hija, su sentido profético tenia su morbo, quien iba a decir que
aquel yerno no querido le estaba dando la mejor cepillada de la vida a
su misma mujer, yo mientras sobaba aquel vergón, lo masajeaba, lo
masturbaba, no tarde mucho en ponerme de rodillas, el agua de la ducha
me daba en la cara y empezar a lamerlo todo, levantándolo y chupando sus
bolas una a una, lamí con la ayuda de Javier por detrás de sus bolas
recorrí todo su periné con mi lengua, me fascinaba sentir como aquella
pija se iba poniendo gorda en mi boca, de verdad empezaba a latir, vena
que aparecía la recorría con mi lengua, Javier hizo el intento de
levantarme seguramente para volverme a penetrar pero mi porfía lo hizo
desistir y dejarse, se recostó contra la pared de la ducha, sentí que mi
cometido estaba intacto, cada vez trataba de abrir más mi boca para que
entrara más de aquel tesoro, jugueteé con mi lengua en toda aquella
verga, cuando lo miraba con ella en la boca Javier cada vez más
excitado, me acariciaba la cara y me ayudaba desde mi nuca a acelerar la
chupada, sentí unas gotas de su precum, las disfrute y acelere más,
masajeando sus bolas con mis manos sentí lo cargadas que estaban de
semen para mí. Dos fuertes y larguísimos chorros, de semen,
calientísimo, espeso, acido y salado fueron directos a mi garganta, tuve
que sacar un poco de aquel vergón para no ahogarme, luego una ráfaga de
acabadas cortas fueron llenándome la boca de aquel semen tan deseado
por mí, Javier se derrumbo contra la pared, yo se la mordía y masajeaba
cada vez más sus testículos, para sacar hasta la ultima gota, cosa que
logre llevándola en la punta de la lengua desde su orificio, seguí y
seguí mamándola hasta que volviera a estar como la encontré en la ducha.
Me fascina dar sexo oral y la verga de mi yerno era el premio de mi
mejor fantasía en mi vida, no quería dejar de chuparla nunca más, así
fue el resto de nuestra estadía en Luján y el principio de nuestra
relación, además de ser insospechada por todo el mundo lo que más la
hace excitante es el don que tiene Javi de hacérmelo en los lugares más
insólitos, prohibidos y llenos de peligro, como en el viaje de regreso,
cuando en la oscuridad y silencio de la noche en el coche cama, fuimos
besándonos y tocándonos, llevándome debajo de su frazada para que
volviera a mamársela de regreso a casa, como una adolescente, llegue a
mi casa con su sabor en mi boca. No hay dudas para mí, cada vez me
convenzo más que estoy decidida a ser hasta que me muera, la puta de mi
yerno Javier.
Soy la puta de mi yerno
Posteado en 69 , Beso Negro , Heterosexual , Infidelidades , Maduras , Sexo Irracial , Sexo Oral , Suegras en por Esperanza
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