Sexo anal doloroso pero fogoso

Después de todo lo anterior relatado mi relación con la vecina no cambio. Según yo pensaba que solo le interesaba estar con mi esposa, así que no le prestaba más atención de la debida, saludaba cordialmente al verla pasar a mi lado y de vez en cuando admiraba su cuerpo cuando usaba alguna blusa ajustada o una falda pequeña.
Con frecuencia escuchaba relatos de mi mujer de cómo se conocían más afondo, pero mi esposa me decía que aún no le proponía un trio porque ella no se sentía en confianza como para proponer algo así de fuerte. Pero la suerte estaba de mi lado un tiempo después, mi esposa se fue de vacaciones con sus papás y yo tuve que quedarme por cuestiones de trabajo, como no puede posponer los planes de las vacaciones decidimos que se fuera sin mí para no perder lo que habíamos gastado… y es ahí donde comienza esta historia…


Al 3er día de la partida de mi mujer, llego mi vecina con un short (apenas por encima de la rodilla) pero muy entallados, casi pintados, de una tela blanca delgada y trasparente, dejando admirar unos calzoncitos de rayas de colores que apenas se pintaban por la mitad de sus nalgas haciendo que se sus nalgas se separan levemente y se viera más exuberante que otros días, también llevaba una blusa amarilla que dejaba ver fácilmente su ombligo, soportada solo por unos pequeños tirantes dejando a la vista sus hombros, cuello, espalda y la parte superior de sus pechos, pero lo más extraordinario de todo es que no llevaba sostén y a decir verdad no lo necesitaba ya que es de busto escaso, apenas lo suficiente para llenar la palma de la mano, pero que lucían muy hermosos atreves de esa blusa, portando orgullosamente un par de pezones pequeños y duritos que se marcaban coquetamente por debajo de la ropa.

No sé si noto mi cara de estúpido después de abrir la puerta o si esa disimulada sonrisa que se le escapo, era parte del look, pero después de unos segundos (que para mí fueron como horas) de quedarnos en silencio, aclare mi garganta y pregunte.

-puedo ayudarte vecina???
-no se encuentra Axx (mi esposa)?
-no disculpa, pero salió de vacaciones.
-a perdone –y se dio media vuelta inmediatamente
-necesitabas algo en especial o quieres que le de algún recado de tu parte.
-noo es que… -guarda silencio con una expresión de pena en su rostro
-no te preocupes, yo sé que eres buena amiga de mi mujer y si necesitas algo dime como si se lo pidieras a ella y tratare de ayudarte, de seguro eso a ella le complacerá.
-lo que pasa es que salía a la tienda y olvide mis llaves en mi casa, entonces, quiero ver si me prestas tu teléfono para llamar a mi mamá
-Claro!!! Pasa está a un lado de ese sillón.

La tome por el brazo y enseguida sentí como se estremeció, la guie hacia el teléfono y me senté en el sillón de enfrente fingiendo ver la tv (aunque solo me coloque ahí para observar su hermoso trasero), después de unos segundo le sugerí que tomara asiento, para que no se sintiera incomoda.

-mamá… olvide mis llaves al salir a la tienda y no puedo entra
-no ma… te marco de la casa de Axx
-si estoy con ella
-ash pues no
-si pues ya que… nos vemos… bye

Después de que colgó le pregunte qué había pasado y me dijo que su mamá iba a quedarse a hacer tiempo extra y que no podía llegar hasta en la noche. La interrumpí para ofrecerle un vaso de agua y le ofrecí quedarse ahí a esperar que llegara su mamá, después de insistir un poco y de convencerla que no era molestia. Comenzamos a platicar sobre muchas cosas tontas y triviales. Las clásicas preguntas de ¿estudias?¿trabajas?¿qué te gusta?¿qué música escuchas? etc, etc.

En este punto es donde aclaro un par de cosas, primero cuando abrí la puerta y la vi fue algo normal y le ofrecí el teléfono por ser amable como cualquier vecino, pero después de mirujearla por un buen rato yo ya estaba muy caliente y le ofrecí se quedara con la intención de buscar algo más. En segunda duran te la plática hubo algunas cosas que se me hicieron un poco sospechosas, así fue como empecé a notar un cierto interés por parte de ella y empecé a notar ciertas cosas que me hicieron llegar a la suposición de que todo era con alevosía y ventaja por parte de ella para buscar un rato asolas conmigo. Una cosa llevo a otra y la plática empezó a tornarse más íntima, ella poco a poco se notaba menos penosa y más incitante.

-y tú no eres celoso?
-no para nada, yo conozco a mi mujer y estoy al tanto de sus actos
-acaso la espías o algo por el estilo
-no ella misma me lo dice, así como yo le cuento mis cosas, así la confianza no se pierde, además nuestro concepto de fidelidad es muy diferente al de los demás.

Así continuamos hasta que de pronto le confesé que yo sabía, que ella y mi esposa se divertían juntas, le comente que no me molestaba y que lejos de eso me agradaba que ella pasara rato con mi mujer.

-Pues no estás en mejores que las de mi mujer, es respetuosa, limpia, discreta y muy muy cachonda
-si lo sé, pero a veces siento raro cuando te veo a ti, me da pena porque es tu esposa.
-no para nada no eres la primera ni la única.
-y tú eres igual?
-pues sí, si se da la oportunidad y la mujer me gusta.
-no se sienten culpables
-jajajajajaja no, solo es sexo, es como ir al cine, puedes ir al cine solo, con tus amigos o asta con tus compañeros de trabajo. ¡¡Claro!! Que es inmensamente superior, ir al cine con la persona que amas, pero no por eso vas a esclavizarte a ir al cine solo con tu pareja…

Y así seguimos nuestra charla, tuve la oportunidad de tomar la iniciativa muchas veces y decirle que quería cogerla como si no hubiese mañana, pero estaba disfrutando el juego y estaba decidido a esperar hasta que ella no pudiera más y me lo pidiera a gritos. Mientras tanto disfrutaba ver como se le enchinaba la piel con ciertos comentarios míos y de cómo se sonrojaba o aceleraba su respiración con ciertas anécdotas. Hasta que de pronto sucedió…

-¿sabes? He de confesarte que hoy vine, esperando no encontrar a Axx y encontrarte a ti…- permanecí en silencio y seguí escuchando -desde la primera vez que los vi por la ventana, sueño con estar en el lugar de tu esposa y que me toques como la tocabas a ella ese día…

Se paró de la silla en la que estaba y se sentó sobre mí, mientras yo la sujetaba de la cadera, ella empezó a besarme desesperadamente, yo la recorría, de su boca a su oreja, seguía por el camino hasta su cuello y subía a su boca nuevamente, le besaba los ojos, le comía su nariz y mordisqueaba lenta y seductoramente sus orejas, ella no hacía más que balancear de adelante hacia atrás su cadera, yo sentía que mi miembro rompía mis pantalones de la tremenda erección que me provocaba estos movimientos, la seguí besando y lamiendo bajando del cuello hacia sus hombros, hice de lado los tirantes y ella respondió quitándose la blusa. Deje de tomarla por la cintura y la sujete de su tronco subiéndola levemente y poniendo sus pechos a la altura de mi cara. Ella cooperaba al 100% sin necesidad de decirle una pablaba, era como arcilla en mis manos, si la empujaba hacia atrás ella se hacía para atrás, si la alzaba ella se paraba y no negaba a ninguna de mis peticiones.

Comencé a besarle los pechos en espiral lenta y juguetonamente hasta llegar al centro, disfrutaba sentir, las contracciones involuntarias de sus manos que acariciaban uno de mis hombros y peinaba repetidamente mi cabello con la otra, yo lamia, mordía, succionaba y mordisqueaba sus pezones repetidamente, mientras escuchaba que sus suspiros se trasformaban en gemidos. De pronto la pare de mis piernas y le di la vuelta besándole la espalda de arriba a abajo y de regreso, le inclinaba de vez en cuando para observar su hermoso trasero, de pronto, note que se estaba desabrochando su short. Le tome las manos y le susurre al oído.

-tranquila preciosa, que no llevamos prisa, o acaso quieres que dure tan poco.

Retiro sus manos del zíper y empezó a tranquilizarse, se acercó de frente a mí y me sujeto por el cabello guiándome hacia su zipper, lo tome con los dientes y empecé a bájalo con la boca mientras olía ya su muy excitada panochita que olía deliciosa. Le pedí que se hincará en el sillón y recargara sus antebrazos en el respaldo. Me tome un tiempo para observarla empinada moviendo el culo como una gatita, esperando a su macho, me acerque y tome por los ojales del short y empecé a bajárselo lentamente para observar cómo iban desnudándose sus caderas, me detuve a la mitad de sus muslos, puse mi cara justo en medio de sus nalgas, apenas cubiertas por sus calzoncitos tan coloridos y respire profundamente, llenando mis pulmones mientras ella se quedaba inmóvil, de pronto solté el aire poco a poco, mientras ella se pegaba más y más a mi cara, sin duda le agradaba así que me pare tomándola por los senos y pegando mi pecho a su espalda, me coloque detrás de su oído y le pregunte:

-estas lista para convertirte en mi mujer
-es lo único que me importa en este momento
-te avían besado como te bese yo?
-nunca
-Te gusto?
-me encanto, noo, más bien lo que le sigue.
-te vas a dejar hacer todo lo que yo quiera
-todo!!! No importa lo que me pidas

En ese momento me quite la playera que traía y me desabroche mi pantalón me senté a su lado y empecé a besarla por todos lados, ella acabo de quitarse sus shorts y empezó a acariciar mi espalda, mis hombros y luego mi pecho, me llenaba de besos como tratando de comerme vivo, podía sentir como estaba a punto de gritar por la excitación que le causaban mis caricias. De pronto me retire de ella y me recargue sobre el respaldo del sillón, ella se me echo encima y empezó a besarme bajando cada vez más, bajo mis pantalones y mi bóxer de un solo tirón, pude ver la lujuria brillando en sus ojos, cuando vio mi miembro levantarse frente a ella, grande, hinchado, rojo y con la venas saltadas de tanta excitación. Tomándolo en sus manos se lo pegó a su cara acariciándose las mejillas y pasándolo por sus labios, gemía y se retorcía como loca, mientras lo llenaba de besos, yo me llenaba la pupila por semejante despliegue de cachondearía. La tome por su pelo y la guie hasta la punta de mi verga, mire como pasaba un enorme trago de saliva y en cuestión de abrir y cerrar de ojos se aventó contra mi literalmente, encajándose mi verga en su garganta, podía sentir su esfuerzo por tragar cada centímetro, no hubo necesidad de pegarla a mí ya que ella se empujaba fuerte mente (puedo decirles con seguridad que estaba decidida a tragarme completamente) el sillón se hizo para atrás unos cuantos centímetros. Hasta que sentí sus labios acariciaban mis huevos y la base de mi verga, después mientras hacía succión se echaba para atrás liberando mi miembro pero con dificultad, tome de su cabeza y con rapidez la alejaba y acercaba haciendo que se la tragara una y otra vez, mientras ella me miraba fijamente. Después se separó de mi para descansa. Fue ahí donde aprovechar para arrojarla sobre el sillón y sacarle esos calzoncitos que antes me agradaban y ahora no hacían más que estorbar, estiro las piernas para sacarlos más fácilmente y una vez sacándolos ella separo las piernas dejándome ver las cosa más bella que había observado.

Su pucha brillaba abundantemente por los líquidos que ya había sacado y literalmente estaba que escurría, completamente rasurada con un color rosado y completamente abultada (cabe señalar que a mí me encantan la puchas abultadas que incluso cuando usan pantalón se vea como si se lo estuvieran comiendo) eso me encanto como no tienen idea así que pase a llenarla de besos, comencé a pasar mi lengua por encima y olerla de bes en cuando, estaba decidido a sacarle un orgasmo con tan solo chupársela, así que empecé a lamerla poco a poco hasta llegar al centro, una vez teniendo su clítoris en mis labios deje escapar un soplido con el aliento más caliente que pude, ella se retorció y dejo salir un grito de placer que recorrió todo mi
cuerpo. Succione con fuerza y mordisque lentamente sus labios exteriores, abriéndome paso con la lengua empecé a bajar justo hasta su entrada y después de sujetar sus piernas fuertemente para que no se retirara, saque lo más que pude mi lengua y la enterré lo más humanamente posible en su vagina.

-haa que rico se siente eso!!! –gritaba mientras se retorcía de placer, mientras lamia por dentro sus paredes con gran gusto, sentía como lubricaba cada vez más y eso me encantaba de pronto me separe y le pedí que me dejara recostar en el sillón, le pedí que pusiera sobre mi cara su hermosa pucha. Ella obedeció sin ninguna objeción y mientras le besaba la pucha ella se talla con mi cara, después se acostó sobre mí y empezó a besarme los huevos y a chuparme la verga como desesperada, yo seguí metiéndole la lengua y de vez en cuando, lamia desde el principio de su pucha pasando por el clítoris asiendo ancha la lengua al pasar por su entrada y estirándola en punta cuando llegaba a su culo, una vez en su ano, jugaba un poco con él, asiendo círculos con mi legua mientras ella gemía como loca, separaba sus nalgas con mis manos y enterraba poco a poco la punta de mi lengua en su culo, después baja y se lo enterraba en la vagina para terminar succionándole el clítoris. Esto no duro mucho, ya que empecé a escuchar que cada vez gritaba más fuerte y comenzaba a masturbarme rudamente, intento pararse así que la sujete fuertemente, abrazándola por la cintura hasta que grito, entonces una ola cálida y abundante baño mi cara, eso me calentó tanto que empecé a aventar chorros de semen sobre ella bañándole las tetas, cuello y parte de su cara, se levantó y yo me senté para descansar un poco ella jugueteaba con mi semen untándoselo en las tetas y paseándose los labios me dijo que le dio un poco de pena haber terminado en mi cara y que solo había podido terminar a chorros con mi esposa. Se limpió y empezó a vestirse entonces le pregunte:

-ya te vas?? Que crees que eso fue todo? –sonrió y me miraba esquivamente

En eso la tome, le quite toda la ropa que se había alcanzado a poner y la lleve contra la meza, tome mi miembro todavía erecto y lo acomode entre sus labios vaginales. Empuje lento pero con fuerza y poco a poco empecé a introducir mi miembro dentro de ella, empecé a embestirla constantemente y poco a poco ella empezaba a calentarse de nuevo, yo la besaba repetidamente en la boca y mordisqueaba sus labios, así como besaba de vez en cuando su cuello. Cuando me asegure de que estaba bien caliente, la tome por las nalgas y la lleve a la cama, aun con el pene dentro de ella, a cada paso que daba podía sentir que se encajaba más y ella no hacía más que gozar, una vez en el cuarto, tome una esfera plateada de mi esposa, la metí en su boca y empecé a cogerla por la vagina con fuerza, después de un rato la saque de su boca la esfera y la metí en su culo, ella no puso pretextos y se dejó sin problemas, así que cada determinado tiempo le pedía que pujara para sacarla y la introducía una vez más. Cuando mi pene se puso flácido, le pedí se pusiera en cuatro y se masturbara para mí. Me dispuse a besarla tiernamente los pies, subí lentamente a sus caderas y rápidamente ella me tomo por los cabellos y me guio a su ya muy caliente puchita, cuando me percate que la esfera entraba y salía de su ano sin problemas le pedí me chupara el miembro.

Ella rápidamente se lo metió a la boca y empezó a succionar, se separaba de él solo para poder estirarlo de vez en vez, cuando ya estaba tomando tamaño. Lo tomo con la mano y empezó a masturbarme, se inclinó a lamerme los huevos, al sentir su lengua por mis huevos, hizo que se me parara como nunca, la incline contra la orilla de la cama y tome un cinturón mío que tenía al alcance, se lo puse en la cintura y lo abroche de manera que le quedara holgado. Tome firmemente su cuello estirando su cara hacia atrás, la tome por el culo sacando la esfera y posicionando mi pene en la entrada de su ano y empuje poco a poco.

Cada gemido era callado con mis besos y de vez en cuando cubría su boca con la mía para comerme esos gritos de placer que escapaban de su boca, cuando lo tenía todo dentro, le solté el cuello y tome el cinturón con ambas manos a modo de riendas y empecé a cogerla con fuerza, ella gritaba con fuerza y yo se la metía con furiosamente, era más mi excitación y euforia que no me importaba su comodidad, deje de lado todo y me concentre en dar con furia a ese pequeño culo que tenía delante de mi

-que rico, me encanta
-haay papi, despacio!!
-se gentil por favor

Yo no contestaba a ninguna de sus peticiones, estaba concentrado en venirme solamente, no la dejaba quitarse, ni hacerse a un lado, por un momento sentí que dejo de gemir y empezó a lloriquear, después de un poco volvió a los gemidos y cada vez más caliente dejo de poner resistencia y empezó a gritar más ardientemente, sentía que mis huevos iban a explotar, tome mi miembro con una mano y apretándolo seguí arremetiendo hasta no poder más. Exploto con una presión impresionante, el semen salió en chorros gruesos, fuerte y súper caliente mientras ella gritaba, no sé si de dolor o de placer, pero esos gritos fueron inolvidables, deje mi miembro en lo más profundo y ella se hinco poco a poco sobre la cama.

Deje que ella sacara mi pene con sus propias contracciones y tome un minuto para observar su culo, rojo de tanto sexo, completamente dilatado y bien abierto, con un hilo blanco de mi semen que se asomaba y chorreaba de él.
Ahí estaba en 4 sobándose su vientre, me acosté a un lado de ella y comencé a sobarle la espalda y besarle los hombros mientras le susurraba al oído.

-si le cuentas de lo nuestro a mi esposa, no le digas que me vine dentro de ti, porque se pondría como loca!!!!
-cómo? Ahora me vas a decir que es celosa…
-solo con ese tipo de cosas, no le gusta que termine dentro de nadie más, que no sea ella.
-está bien ese será nuestro secretito…

Pero ese no fue el fin de la historia después de eso nos bañamos y seguimos cogiendo hasta que se acabó el día pero prefiero terminar el relato aquí porque ya sentí muy largo el relato.

Espero que les haya gustado y para los que me siguen de hace tiempo estoy muy contento de comentarles que pronto subiré otro post con fotos de mi esposa, las tan esperada fotos que muchos me han pedido… solo estoy convenciendo a mi esposa que se ha mostrado renuente en dejarme subirlas y aunque tengo fotos de ella desde que éramos novios, yo necesito su permiso para no tener problemas en un futuro.