La historia que voy a contar ahora es por lejos una de las
experiencias más eróticas que me ha tocado vivir. Me llamo Claudio,
tengo 37 años y soy doctor; mi vida es tranquila, estoy casado hace 6
años con una guapa mujer y tengo 2 hijos pequeños. Lo que les voy a
relatar ocurrió este verano, en Iquique, al norte de Chile. Nos
encontrábamos de vacaciones, en casa de la familia de mi mujer, una
familia numerosa, de origen colombiano. Y bueno, debo reconocer, que
Andrea, mi sobrina de 19 años hace ya un tiempo que se ha transformado
en una mujer guapísima. Morena, de más de 1,70 de estatura, posee unas
curvas de lujo. Su pelo lizo negro casi azulado, llega casi a media
espalda, de profundos ojos negros y labios gruesos es una verdadera
belleza. En la playa verla es un espectáculo. Andrea es una mujer
desinhibida, no repara en mostrar sus curvas con generosidad, acostumbra
a usar ropa pequeñísima y ajustada, y ya hace un par de años, cuando
vamos al mar, suele usar tangas tipo colaless o hilo dental, que son un
infarto.
Las miradas de los hombres se van con facilidad hacia sus prominentes y
muy buen puestos senos, los cuales casi escapan de la parte de arriba de
su tanga, las cuales, casi solo compuestas por tiritas, poseen muy
pequeños triangulitos que tapan con dificultad sus oscuros pezones. Su
cola es una maravilla, acostumbrada a hacer mucho deporte, es durísima y
muy paradita, muy morena, la cual resalta de forma increíble con esas
mini tangas que desaparecen después de un minúsculo triangulito entre
sus nalgas. En más de una oportunidad, cuando toma sol despreocupada,
pude apreciar que la tanga con suerte cubría su vulva, pues en más de
una ocasión pude ver, sin mediar una excitación tremenda, como de la
parte más perdida entre sus piernas, afloraba de manera sutil, parte de
sus labios vaginales, los cuales suponía debían ser carnosos, por el
abultamiento que se notaba en su vulva.
En fin, los hombres enloquecen al verla, además trabaja en ocasiones
como promotora y modelo en Pub y discos, por lo que los piropos le dan
igual, así que acostumbra a ser sexy y atrevida sin grandes reparos.
En la casa que compartíamos, solía ser igual; mi mujer es igual relajada
y desinhibida, como buena hija de centro americanos, sin embargo,
Andrea la superaba con creces. En muchas oportunidades, durante las
mañanas, me la topé en la cocina vistiendo una polera blanca de tiritas
en los hombros, ajustadísima y que no le cubría el ombligo, que usaba
para dormir, obviamente sin sostenes debajo; lo que hacía que sus
pezones le sobresalieran totalmente , obviamente, esta polerita la
acompañaba con la ropa interior que usaba ese día, la cual siempre eran
unas tangas minúsculas. Una mañana, llegué a la cocina en busca de las
mamaderas de mi hija menor y vi un espectáculo increible, Andrea,
buscaba algo en la parte de abajo del refrigerador, y sin doblar sus
rodillas, con su cola paradita, se encontraba totalmente doblada hacia
delante… no hice ruido al llegar… por lo tanto, me quedé unos segundos
contemplando esa belleza… llevaba su polerita blanca de siempre, y abajo
un tanga colaless de color celeste, el cual su color se adivinaba solo
por los minúsculos hilos de las caderas, pues el tanga se perdía total
mente entre su vulva… metido incluso en su ano, del cual sobresalían
algunas carnosidades, luego desaparecía entre sus labios vaginales,
dejando totalmente expuestos una vulva carnosa, en donde tanto los
labios mayores como menores, eran gruesos y prominentes…su clítoris,
casi extrangulado por la tanga, se salía un poquito, dejándose ver como
una protuberancia carnosa de un color más pálido que sus muy morenos
labios… pude cerciorarme igual, que tanto su ano como sus labios, se
encontraban absolutamente depilados.
El panorama era increíble, por segundos contemplaba ese bellísimo culo
expuesto en su totalidad… de pronto, al parecer tanta penetración de su
tanga en la vulva le incomodo, y haciendo un movimiento rápido, Andrea,
metió un par de dedos entre su vulva, y extrajo la minúscula tela, se
acomodó la tanga, y rápidamente se puso de pie y se volteó, en ese
instante, me vio parado como idiota en la puerta… ante tal
descubrimiento, no me quedó más que abrir la puerta y entrar.
Hola… como estás… le dije con voz temblorosa.
Muy bien… con algo de caña… me respondió.
En ese momento, me percaté que tanta excitación había tenido respuesta, y
mi pene increíblemente erecto sobresalía de manera grosera en mi suelto
pantalón de pijama. Andrea me miró y por unos segundos, su mirada se
clavó en mi bulto. Andrea, quitó la mirada y tomando el yogurt que
llevaba en sus manos pasó por mi lado y riendo coquetamente me dijo:
Guauu… tranquilo… no es para tanto.
Salió de la cocina, riendo; yo con un poco de vergüenza, pero
entendiendo que ella era una mina relajada, tampoco lo tomé a mayores.
Después de un par de días, en los cuales no podía quitar mi mirada de su
cola… siempre cubierta con calzas o jeans ajustadísimos, que comúnmente
dejaban ver las tiritas en las caderas de sus minúsculas tangas
colaless; una noche la familia decidió salir de paseo hacia un pueblo
del interior. Yo no me sentía muy bien, con un poco de dolor de
estómago, me quedé en casa acompañando a mi hijo, que estaba con algo de
fiebre producto de una insolación. Todos salieron, pero Andrea no los
acompañó, pues iba a salir por su cuenta con su novio, un tipo de unos
24 años, un tanto extraño, pues no era muy sociable, y que se notaba que
solo tenía en su cabeza pensamientos sobre el culo y las tetas de mi
sobrina.
Todos se fueron, Andrea entro a ducharse para salir, y yo y mi hijo
nos quedamos mirando televisión… en un par de oportunidades, Andrea se
paseo en dirección a la cocina y luego al patio, en busca de algunas
prendas. La segunda vez, pasó con una polera roja: ombligo al aire
muyyyy ajustada, con mangas pequeñas, un poquito más abajo de los
hombros, con un escote… guauuuu… increíble, sin sostenes… pues el vaivén
de sus tetas y lo expuesto de sus pezones eran evidentes. Abajo,
llevaba una pantaleta negra, pequeña y ajustadísima, pero me llamó la
atención que usara algo así y no sus tradicionales hilos dentales. Pasó
hacia el patio, y al volver… llevaba en sus manos una minúscula tanga
color naranjo, que estaba colgada en el tendedero. Pasó y me dijo… mejor
con esta verdad?… los dos nos reímos.
Por mi, creo que es una mejor elección….le dije
Lo malo de esta tanga… es que no tiene costuras… me dijo Andrea… y hace
que se me “pierda” demasiado… bueno…tu ya sabes de que hablo verdad… me
dijo coquetamente y rió.
Pasó a su pieza… y luego salió con una mini de jeans, increíblemente
ajustada, a la cadera… y que solo le llegaba hasta el fin de sus glúteos
que parecían se iban a salir.
Charlamos un poco, hasta que llegó su novio. Nos dijimos adiós y se fue.
Tiempo después, yo fui a acostar a mi hijo, y me quedé en el living a
tomarme una cerveza… me quedé dormido, y desperté con el televisor
encendido, cuando sentí un portazo. Disculpa, dijo Andrea, mientras
entraba a la casa.
Hola le dije, como va todo.
Mas o menos, no me siento bien, pero me da cosa contarte.
Dime, soy doctor, he escuchado cosas inimaginables… le dije.
Que bueno que seas doctor, me podrás ayudar.
Caminó hacia mi con algo de dificultad, se veía increíble con su
polerita roja mínima, y esa mini de jeans que era un infarto. Se sentó a
mi lado… y me dijo: lo que pasa, es que, bueno… hace años que ya no soy
virgen…, pero hoy no fuimos a bailar, porque mi novio estaba solo en su
departamento, así, que bueno nos pusimos a jugar… y a ver unas
películas pornos … y mi novio empezó a jugar con mi culito… osea con mi
ano… yo seguí pues me parecía interesante experimentar el sexo anal …
pero Pancho (su novio) creo que fue muy rápido en el juego… y a los
segundos, sentí su pene en mi ano completamente… me dolió mucho… pero no
paré… pensé que solo sería al inicio… pero el dolor fue creciendo…
Cuando terminó… ya me dolía bastante… pero me dio cosa decirle… solo al
terminar, le pedí que me trajera a casa, que no me sentía bien… el me
dijo que no fuera cartucha… que todos tenía sexo por el culo… yo me
enojé… le dije que no se trataba de eso. Así que me vine callada todo el
rato.
Debo reconocer que tal relato me calentó mucho. Pero ella me dijo…
Claudio!!!, hey despierta, sabes… puedes verme, tu eres doctor, pensé en
ir al hospital, a la urgencia, pero ahí hay gente que me conoce y me da
vergüenza… así que porfavor veme tu ya?
Ufff, le dije, solo debe ser un desgarro por el roce…
Porfa veme, relájate, no me da pudor que me veas…
Oye… es que… no se..pero.
En ese momento, Andrea, se arrodilló sobre el sillón y se subió su mini hasta su cintura.
Porfa… veme, que me duele.
Yo respiré ondo y me agaché a mirar, el panorama era increíble, su
precioso culo moreno totalmente expuesto, abierto de piernas, con esa
concha depilada totalmente húmeda y excitada, con la tanga desaparecida
entre sus labios prominentes, con claras señales de flujo vaginal. Su
ano estaba muy rojito… hinchado, y la tanga se metía entre el negro
agujerito.
Ves bien?… haber..déjame sacarme la tanga.
Sin preguntarme, y en un gesto bastante práctico, con una mano se tomó
la tirita central de su tanga, y se la corrió completamente.
Guauu… mi erección era total… toda su vulva totalmente expuesta, su ano
con claras señales de actividad, su vulva abierta, y la entrada de su
vagina abierta, roja y carnosa…
Me duele mucho dijo ella…
Me armé de valor, y le dije…bueno… déjame ver bien… con mis manos
comencé a manipular su ano, lo toqué… lo abrí un poquito, y Andrea se
quejó de dolor…
Te dije… sabes tienes, un desgarro.
Claudio, sabes, creo que algo me quiere salir… y me da susto, creo que
puede ser sangre o algo peor… me da susto ir al baño… porfa mírame bien,
no te preocupes si me duele.
Con mis dos manos, le abrí su cola, el panorama era increíble. Abrí su
ano sin compasión… y lentamente, un líquido blanco empezó a salir…
Claudio ¡!! Que pasa?
Tranquila, es el semen de tu novio, que está saliendo… no deberías hacer
estas cosas sin condón. Y claramente tu novio es un bruto.
Espérame… tengo que limpiarte…
Fui al baño y traje algunas toallitas húmedas… volví a abrir la cola de
Andrea, y limpié la zona, el semen ya viajaba entre su vulva, y dado que
su vagina estaba totalmente expuesta, era riesgoso, por el tema del
embrazo…
Haber… déjame limpiar bien.
Con cuidado abrí su concha, separé sus labios y limpié su vulva… mi
excitación era total…y aprovechándome un poco, metí algunos dedos en su
vagina… con la excusa de limpiar…pero solo fue de caliente…
Luego Andrea se puso de pié… mientras me hablaba… yo no la escuchaba,
pues se desabrochó su mini y se la sacó… y frente a mi cara a solo
centímetros… se despojó de su tanga y quedó totalmente desnuda…
Casi como un gesto de agradecimiento… Andrea se quitó su polera, dejando
sus tetas frente a mis ojos… con ese maravilloso par de pezones
oscuros…y duros. Se gachó me besó y me dijo…gracias, te debo una.
Se fue a acostar… llevándose solo su tanga naranjo, arrollado entre sus manos… yo… solo pude ir al baño y masturbarme como loco.
Días después… volví a topármela en la cocina una mañana… toda la casa
dormía, y ella se disponía a salir a trotar… con una polera celeste
Adidas… ajustadísima, sin mangas… sin sostenes obviamente, y con ese par
de pezones apuntándome; abajo, llevaba una calza pescadora que parecía
casi transparente, de la misma marca color blanco… se veía
despampanante… mientras comía un yogurt de pié.
Hola… como estas… debo darte las gracias por lo del otro día, me dijo.
No hay de que… no fue nada… y Todo bien por ahí abajo?… le pregunté.
Rió coquetamente, y me dijo…creo que si… pero me gustaría que me revisaras porfa… para estar segura…
Yo no alcancé a decir nada…
Y en cosa de segundos… se bajo su calza hasta las rodillas y colocando
su vientre sobre el mesón de cocina..- volvía a exponer su culo a mis
ojos sin pudor alguno…
Ufff chica… de verdad quieres matarme… le dije y ella rió.
De igual forma que la otra vez… abrió sus piernas y con una mano corrió
la tirita mínima de su aún más mínima tanga blanca, que solo eran
hilitos de no más de unos milímetros, sin triangulito atrás…
Ufff dije yo…
Creo que así te gusta más verdad… en vez de que me la quite… me dijo con tono coqueto…
Jajaja…reí…bueno…gracias entonces…
Mírame bien porfa.
Me agaché abrí sus glúteos, y contemplé sus partes más íntimas… su ano
estaba bien, con un color muy moreno… se veía sano y normal… su vulva…
abultada pero apretada… era un encanto.
Está bien?…me dijo
Creo que sí se ve bien…
Porqué no me revisas adentro?…
Adentro de donde…
De mi ano… obvio?
Pero, no se … esta muy cerradito…quizás te duela.
Pero haber…espera…
La muy perra, se chupo uno de sus dedos…y pasándolo por debajo de entre
sus piernas, lo introdujo completamente en su vagina… en unos segundos…
mientras yo me erectaba increíblemente, lo sacó muy mojado con sus
jugos…mientras sus morenos labios comenzaban a separarse un poquito.
Con su dedo mojado… comenzó a escarbar su ano, y lentamente lo metió en su culito…lento…y solo un poquito…
Me dijo…ahora…si…tócame… no me duele…
Yo chupé mi dedo índice… pero primero lo metí en su vagina para
lubricarlo… sintiendo ese particular sonido de los jugos y paredes
vaginales cuando se estiran y luego…lentamente…lo saqué para meterlo en
su ano…
Muy apretado… pero sin inflamaciones… la toqué por dentro por unos
segundos… sabía que esa acción no servía médicamente para nada… solo era
una forma de calentarme… cada ciertos segundos, apretaba su cola,
apretando también mi dedo en su interior.
Esta todo bien?… me dijo
Yo diría que si… te duele al ir al baño…?
No para nada… me dijo
Mientras aún mi dedo estaba en su ano… una mano de ella se posó en mi
pene y comenzó a masturbarme… mientras la otra mano soltaba su tanga que
se ajustaba entorno a mi dedo.
Yo enloquecí…
Me sacó la verga del pijama…y con su manó, sin soltarla, la introdujo en su vagina…
Ambos suspiramos…
Era increíble… mi dedo en su ano, su tanga corrida, su calza en las rodillas, mi pene en su vagina,…
La penetré con gusto… luego me dijo…
Estoy en mis días fértiles…porfa no me eyacules ya?
Yo al poco tiempo saqué mi pene… por precaución…
Ella se volteó y se subió su polera dejando sus tetas morenas al aire, sus duros pezones…rápidamente entraron en mi boca…
Mis manos viajaban en sus orificios…tanto en el ano como en la vagina…
Luego se agachó y comenzó a chupármela… sus labios gruesos cubrían mi miembro… que a los minutos estalló dentro de su boca…
Jamás sacó mi pene de su boca… y luego de tragar mi semen… limpió mi miembro completamente con su lengua…
Luego me dijo… por favor… terminemos esto como empezó… pero solo un poquito…
Volvió a voltearse, su puso con su vientre sobre el mesón… y con una
mano tomó mi miembro aún duro… y aunque la tanga molestaba un poco, pues
había vuelto a incrustársele en su carne… lentamente introdujo solo la
cabeza de mi pene en su cola… su ano se sentía hirviendo…
Yo no podía creerlo… solo lo metió…y lo sacó deinmediato. Luego…se
arregló la tanga… se subió la calza… volvió a cubrir sus tetas con su
polerita… me besó en la boca… y me dijo…gracias… esto es un secreto
entre ambos…verdad?
Yo solo asentí con mi cabeza… ella dejó su yogurt sobre la mesa… y salió…
Luego…la vi por la ventana pasar trotando por la calle.
Todo siguió normal, a los dos días volvimos a Santiago… pero espero las horas que sea verano nuevamente.
La tanga de mi sobrina
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